La académica acusada de espía fue denunciada ante el Congreso de EE UU en 1982

Investigadores de la Florida advirtieron al gobierno federal en 1982 que Elsa Prieto Álvarez, consejera de salud mental de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), enviaba a La Habana información sensible sobre el éxodo del Mariel, según publicó el diario The Miami Herald.

Sergio Pinon, entonces agente del Departamento de Policía de la Florida, al testificar ante un subcomité del Senado de Estados Unidos en 1982, acusó a Prieto Álvarez de enviar al gobierno cubano información privada sobre los pacientes mentales del Hospital Jackson Memorial.

Justo por la fecha en que Miami acogía a los refugiados del Mariel, incluidos cientos de prisioneros con serios antecedentes criminales y pacientes con severas enfermedades mentales.

"Imagínense qué fantástica herramienta para la extorsión o manipulación que un gobierno extranjero tendría al tener esta información", dijo Pinon. "Déjenme preguntarles, ¿cómo se sentirían si usted, sus familiares o asistentes tuvieran un historial de enfermedad mental y esta información fuera enviada a Cuba?".

Los investigadores Pinon y Daniel Benítez indicaron que supuestamente Prieto Álvarez envió esa información a través de Lourdes DoPico, entonces presidenta de la agencia de viajes Cañaveral Travel y quien en 1982 fue acusada por cargos federales de "comerciar con el enemigo", pero no se presentó en la corte.

"Se supone que la persona que proveyó información para su transmisión a Cuba, es Elsa Prieto… El acceso de este tipo de información a agentes actuales o sospechosos de Castro es de gran preocupación para todos".

Pinon y Daniel Benítez acusaron a Prieto Álvarez a partir de declaraciones realizadas por el fallecido reverendo Manuel Espinosa, quien acusó a varios colegas exiliados de ser agentes castristas, después de separarse de ellos.

En una conferencia de prensa transmitida en vivo por la ya desaparecida cadena radial WRHC, Espinosa dijo en el Hotel Columbus el 5 de febrero de 1980 que Prieto espiaba para el gobierno de Fidel Castro, entre otras cosas, de acuerdo con una transcripción de la conferencia compilada por Miami Radio Monitoring Service.

Según los documentos judiciales presentados ante el tribunal, Elsa Prieto Álvarez, de 55 años, está acusada de haber sido agente clandestina del gobierno cubano desde 1982, y su esposo, Carlos Álvarez, de 61 años y también profesor en la Universidad Internacional de la Florida, está acusado de ser agente de los servicios de seguridad cubanos desde 1977.

Ambos fueron acusados de no haberse registrado en Estados Unidos como agentes de un gobierno extranjero.

El matrimonio operaba bajo los nombres de David y Deborah y se encargaba de vigilar a los grupos e individuos opuestos al régimen de Fidel Castro y de "otras operaciones", indicó el fiscal encargado, Brian Frazier, sin más precisiones.

Ambos están detenidos sin fianza en una prisión federal en Miami y fueron suspendidos de empleo y sueldo de la institución hasta que se aclaren los hechos.

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