Actualizado: 28/03/2024 20:04
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Hernández, Embarazo, Espías

La diplomacia “embarazosa”

Inseminación artificial de esposa de espía fue un acuerdo entre EEUU y Cuba

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Nunca más válida la crítica del escritor Jorge Mañach al choteo cubano. Cuando se vieron las imágenes en que la esposa del espía cubano Gerardo Hernández aparecía embarazada en el recibimiento a su pareja, tanto en la Isla como en Facebook y la blogosfera exilada brotaron los comentarios y las bromas. Nada más tonto que detenerse en esos momentos en los rumores de un posible engaño. Nada más absurdo que el régimen de La Habana fuera a permitir —y a mostrar— algo así ocurrido a uno de sus “héroes”. Ahora se sabe lo que pasó.

Cuando Hernández salió en libertad la semana pasada, tras una larga estancia en las cárceles de Estados Unidos, y voló a La Habana por primera vez en 16 años, no se sorprendió al encontrar que su esposa estaba embarazada, informa el servicio noticioso de McClatchy.

El misterio de ese embarazo salió a la luz el lunes, y de seguro entrará en los libros de historia como una de las subtramas más extrañas en los anales de la diplomacia norteamericana.

Luego se supo que Hernández ya sabía que su esposa, Adriana Pérez, de 44 años, estaba embarazada, y que el padre de la criatura es él, aunque nunca estuvo cerca de ella durante todo el tiempo que estuvo preso.

El embarazo se llevó a cabo mediante inseminación artificial, y fue un acuerdo adicional que creó las condiciones para el histórico acuerdo en el que Cuba y EEUU anunciaron la renovación de las relaciones diplomáticas, rotas desde hacía más de medio siglo. Hernández y otros dos espías cubanos convictos salieron en libertad como parte del trato.

La gestión se llevó a cabo a través del despacho del senador Patrick Leahy, demócrata de Vermont, quien desde hacía largos años ha venido haciendo campaña para que se restauraran las relaciones con Cuba. En 2010, Leahy comenzó a hacer gestiones para persuadir a Cuba que aliviara las duras condiciones que se le impusieron a un norteamericano encarcelado en La Habana, Alan Gross, subcontratista de Agencia para el Desarrollo Internacional.

Al buscar mejores condiciones para Gross, la oficina de Leahy descubrió que la esposa de Hernández, quien es también una oficial de inteligencia, sentía más alto que nunca el tictac de su reloj biológico y estaba desesperada por quedar embarazada. Funcionarios estadounidenses ahora contaron que facilitaron el traslado de la esperma de Hernández de EEUU a la capital cubana para que a cambio se mejoraran las condiciones de vida para Gross, quien también salió en libertad la semana pasada y está de regreso a su país.

“Podemos confirmar que EEUU facilitó la petición de la esposa de Hernández de tener un bebé con su esposo”, dijo Patrick Rodenbush, portavoz del Departamento de Justicia. “La solicitud se aprobó mediante el senador Leahy, que quería mejorar las condiciones de Gross en las prisiones de la Isla”.

Un funcionario del gobierno norteamericano, que no tenía la autorización para hablar de forma oficial, confirmó que Pérez fue inseminada artificialmente.

Hernández, que era el principal espía cubano en un grupo conocido como la Red Avispa, apareció varias veces en la televisión estatal cubana, desde su llegada a La Habana, acariciando el prominente vientre de su esposa.

Hernández apareció de nuevo en televisión el sábado junto con los otros espías liberados —”Los Cinco”—, de los cuales dos obtuvieron su liberación en fechas pasadas. En esta ocasión fue en la sesión final de la Asamblea Nacional que presidió el gobernante Raúl Castro, que encabezó una prolongada ovación para los espías.

Después Hernández apareció una tercera vez, como invitado en un concierto como homenaje a los espías a cargo del trovador Silvio Rodríguez.

Granma, el órgano oficial del Partido, publicó una historia en su portal el domingo por la noche con un comentario del espía liberado.

“El sentimiento que tengo es enorme. Todo el mundo nos pregunta y nos estamos divirtiendo con todos los comentarios y especulaciones. La verdad es que tuvo que hacerse en silencio, y se darán pocos detalles porque no queremos dañar a nadie”, citó Granma las palabras de Hernández.

“Si tengo que expresarlo en una sola palabra, diría que es delirante”, le dijo Hernández a Granma. “Tuve que hacerlo por control remoto, pero todo salió bien”.

La Oficina Federal de Prisiones no permite visitas conyugales, aunque en raras ocasiones ha permitido la inseminación artificial.

La esposa de Hernández deberá dar a luz en unas dos semanas.

En una declaración, Leahy narró cómo ocurrieron los hechos.

“En febrero del 2013, durante uno de nuestros viajes a Cuba, mi esposa Marcelle y yo accedimos a reunirnos con Adriana Pérez, la esposa de Hernández. Le hizo una petición personal a Marcelle. Temía no tener la oportunidad de ser madre”, dijo Leahy, que preside el subcomité de Operaciones Extranjeras del Comité de Apropiaciones del Departamento de Estado.

Tim Rieser, asistente de Leahy, le dijo a NBC que acompañó al senador y a su esposa en el viaje para buscar mejores condiciones de cárcel para Gross, y supieron que la esposa del agente cubano quería hablar con ellos.

“Ella tendría 42 o 43 años y no tenía esperanzas de que su esposo saliera nunca de la cárcel —cumplía dos cadenas perpetuas consecutivas— y estaba desesperada por tener un hijo, sabiendo que no le quedaba mucho tiempo”, le declaró Rieser a NBC.

El principal interés, no obstante, era mejorar la vida en la cárcel de Gross, que sufría gravemente su encarcelación.

Con el tiempo, los cubanos estuvieron de acuerdo en dejar que dos médicos norteamericanos visitaran a Gross, y también lo dejaron recibir correos electrónicos y tener una impresora y servicio telefónico regular, dijo Carle.

NBC dijo que la esperma de Hernández se recogió en EEUU y fue enviada en avión a La Habana, trámites que pagó el gobierno cubano. Un primer intento de que Pérez saliera embarazada falló, pero un segundo a principios de este año resultó exitoso.

“Nos alegramos esta temporada navideña de que todo haya salido bien”, dijo Leahy en su declaración.


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