La mayor parte del problema está dentro, no en el embargo, afirma la revista 'Vitral'

Las causas de la crisis económica en Cuba están "fundamentalmente en la errada política del Estado", afirmó en un editorial la revista Vitral, publicación de la Diócesis de Pinar del Río.

"El Estado achaca toda la responsabilidad al embargo económico de EE UU sin reconocer que la mayor parte del problema está dentro de Cuba, y otros, que reconocen y denuncian el carácter político del drama, son perseguidos", publicó el número 89 enero-febrero de la revista al constatar que "muchos de los que se marchan afirman simplemente que quieren mejorar económicamente".

En el editorial "La emigración, un fenómeno alarmante", Vitral reiteró las preguntas de los obispos en la carta pastoral El amor todo lo espera, y dijo que las respuestas "no han sido dadas con objetividad y verdadero espíritu crítico por ninguno de los implicados".

"¿Por qué hay tantos cubanos que quieren irse y se van de su Patria?, ¿por qué renuncian algunos, dentro de su misma Patria, a su propia ciudadanía para acogerse a una ciudadanía extranjera?, ¿por qué profesionales, obreros, artistas, sacerdotes, deportistas, militares, militantes o gente anónima y sencilla aprovechan cualquier salida temporal, personal u oficial, para quedarse en el extranjero?", se preguntaron los obispos de la Isla hace 15 años.

Según el editorial de Vitral, "el problema de fondo está tal vez en que se obliga a los ciudadanos a escoger entre una de las dos alternativas de una disyuntiva injusta: te adaptas a la actual situación y acatas la política del Estado limitándote a cumplir sus tareas y a confiar incondicionalmente en éste, o te vas del país".

"La posibilidad de la transformación pacífica por iniciativa ciudadana está proscrita (…) aun cuando las iniciativas partan desde las mismas estructuras sociales y legalidad vigentes", cuestionó la revista en evidente alusión al Proyecto Varela, y agregó que en la Isla "la oposición pacífica, propia de cualquier sistema democrático, es vista como un ataque al Estado".

Sin embargo, dice que la Iglesia Católica "respeta" la voluntad de las personas de emigrar "huyendo de realidades inhumanas y persecuciones, o simplemente buscando mejores oportunidades para su realización", y lo hace "comprendiendo" que hay personas para las que la permanencia en la Isla "se vuelve sostenible únicamente con cuotas de heroicidad que no se le pueden pedir a nadie, aunque sean éstas un camino privilegiado a la santidad".

La publicación, cuya historia reciente estuvo marcada por un polémico "cambio de línea editorial" tras la salida de sus fundadores, dijo que "es hora de que se abran para todos los cubanos nuevas oportunidades para tomar en las manos las riendas de nuestras vidas".

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