Opositores critican a España y agradecen a Bush su pedido de liberar a los presos políticos

Varios opositores criticaron al gobierno español por no invitarlos, por tercer año consecutivo, a su fiesta nacional en La Habana este viernes 12 de octubre, y agradecieron al presidente de Estados Unidos su pedido a favor de la liberación de los presos políticos en la Isla, informó la AFP.

"España ha adoptado una política de prioridad absoluta para sus intereses económicos en Cuba y de absoluto menosprecio al pueblo cubano. La posición del gobierno español es mezquina", dijo a la AFP Oscar Espinosa, uno de los 75 opositores condenados por el gobierno durante la ola represiva de 2003 a penas de hasta 28 años, y excarcelado por problemas de salud.

Su esposa, Miriam Leyva, activista del grupo Damas de Blanco, destacó que "el gobierno español debía asumir una posición más digna y trabajar por la liberación de los 59 de los 75 que aún están en la cárcel".

El opositor Vladimiro Roca, presidente del Partido Socialdemócrata de Cuba, admitió sentirse "mucho mejor" por no haber sido invitado. "Así no tengo que verle la cara a un embajador que tan mal comportamiento ha tenido con los cubanos", aseguró.

Sin embargo, Elizardo Sánchez, presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), descartó que el asunto fuera algo "dramático".

"No somos diplomáticos ni funcionarios locales. España y las organizaciones españolas nos reconocen de otra manera" y "hay que entender que el gobierno de España está tratando de mantener una difícil interlocución con Cuba", aseveró.

La invitación de disidentes a las fiestas nacionales de las embajadas de la Unión Europea (UE) en La Habana fue una de las sanciones que el bloque impuso al gobierno de Castro tras la condena en 2003 de los 75 opositores.

La semana pasada, el canciller español, Miguel Ángel Moratinos, aseguró que las medidas fueron suspendidas en 2005 y que en abril pasado se inició una etapa de diálogo con Cuba. Además, la UE está "siguiendo los pasos que dio España", puntualizó.

En contraste con la crítica a Madrid, los disidentes agradecieron al presidente estadounidense, George W. Bush, el pedido de liberación de los presos políticos formulado el miércoles tras reunirse en la Casa Blanca con la esposa del disidente Luis García Paneque, otro de los 75.

"Lo encuentro muy bien, porque es una petición que nosotros mantenemos desde hace mucho tiempo", expresó Roca, mientras que Sánchez subrayó que al unirse al reclamo, Bush sólo se unió "a amplios sectores de la comunidad internacional".

Aunque la calificó de "positiva", Espinosa destacó que sería "deseable" que Bush "tuviera, además, en consideración que puede hacer mucho por la democratización de Cuba, cambiando sus actuales políticas hacia la isla".

Carta 'multinacional' a Rodríguez Zapatero

Por otra parte, un grupo de personas entregó este lunes en Barcelona (España) una carta al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que le exigen un "cambio de política" con respecto a la Isla.

La copia del documento, al que tuvo acceso ENCUENTRO EN LA RED, pide a Zapatero que "dignifique la política de su gobierno" a favor de la defensa de los derechos humanos en Cuba.

"No basta con mirar a Birmania o dignificar a Allende; es necesario tener una política coherente. Allí, en cualquier lugar de este mundo donde existan violaciones de los derechos humanos, debe estar la voz de los que podemos denunciar por los que, amordazados, no pueden hacerlo. Y Cuba es un ejemplo", agrega la carta.

Los firmantes, según una nota de prensa divulgada por el despacho Abogados y Asesores, provienen de más de 40 países, entre ellos ciudadanos de Estados Unidos, Canadá, México, Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, Honduras, Guatemala, El Salvador, Perú, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil, Cuba y España, entre otros. No se precisó el número de firmas reunidas.

"Más de 300 personas en estos momentos se encuentran recluidas en las cárceles (…), muchos reciben golpizas para silenciar sus voces. Sus vidas corren peligro a consecuencia de esas agresiones físicas. Muchos de ellos están enfermos…", señala la carta a Zapatero, que también recrimina al canciller español Miguel Ángel Moratinos hablar de "éxitos en el diálogo político y sobre Derechos Humanos".

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