Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Cine

«Cualquier expresión humana entraña riesgos»

Entrevista con Juan Carlos Tabío, director de la coproducción hispano-cubana 'El cuerno de la abundancia'.

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Los cines de España estrenarán el próximo 24 de octubre la película El cuerno de la abundancia, una coproducción hispano-cubana protagonizada por los mismos rostros que en 1993 dieron la vuelta al mundo con Fresa y chocolate: Jorge Perugorría, Mirtha Ibarra y Vladimir Cruz.

Su director, Juan Carlos Tabío (La Habana, 1943), la presentó este miércoles en Madrid ante un enjambre de periodistas que no pudo evitar el recuerdo de  Fresa y chocolate, el filme que dirigió a dúo con Tomás Gutiérrez Alea y que la valiera una nominación a los Oscar y un premio Goya del cine español.

Casi una docena de películas aparecen en el currículum de Tabío. Se permuta (1983), Guantanamera (1994) y Lista de espera (2000), entre otras, le han convertido en un polémico retratista de la Cuba real, aunque con diferentes resultados, según la crítica. Tras la exhibición para la prensa de El cuerno de la abundancia, Tabío hizo un aparte con CUBAENCUENTRO.com.

¿Se imaginaría usted un final diferente al que ha propuesto en El cuerno de la abundancia?

No, había un guión establecido, la película se rodó a partir del guión. Siempre hay en el rodaje algunos elementos que van surgiendo o se van creando en el momento; pero la película siguió un guión muy estructurado, muy escritos los diálogos, las situaciones, todo.

Hoy se acude bastante a las coproducciones. ¿Son estas la tabla de salvación del cine nacional?

Sí, por supuesto. Las coproducciones son claves para la producción y distribución del cine cubano, pero no solamente del cine cubano. La gran mayoría de las películas hispanoamericanas son coproducciones. Fundamentalmente con España, por cuestiones de idioma, cultura, tradiciones. Pero también se han hecho coproducciones con Inglaterra, Francia, Holanda, Alemania, o dentro de la misma Latinoamérica.

En este momento hay una buena y gran cantidad de películas que son coproducciones. Eso aúna esfuerzos y también ayuda a que la distribución fluya más.

En estas condiciones, ¿cuáles son los riesgos que entraña una coproducción para la idea original del artista?

Cuando hay una relación respetuosa entre los coproductores, el director y los guionistas, pues se hace un cine sin concesiones. No tiene por qué decir tales cosas o haber un actor específico. Por ejemplo, en esta película no hay actores españoles, son todos cubanos. Sí el director de fotografía, la montadora, el sonidista. Pero yo pienso que es una película profundamente cubana. Y si logra tocar el nervio de la universalidad, es porque es profundamente cubana.

¿Hay problemas en Cuba para encontrar nuevos talentos? ¿Cómo valora la escuela de actuación, considerando que frecuentemente se repite el reparto?

Esta película es coral. Hay una gran cantidad de personajes, actores jóvenes, otros que tienen una gran tradición en Cuba, como Enrique Molina, que es Bernardo, el padre de Bernardito, Paula Alí… y jóvenes como Yoima Valdés y Annia Bú. En Cuba hay una gran cantidad de actores, incluso demasiados, pero bueno…

Uno siempre trata de trabajar con un equipo con el cual ya tiene una relación personal y profesional. Creo que le ocurre a todos los directores, pero no creo que haya un grupo selecto de actores para hacer coproducciones. En esta película hay actores que hacen su primera aparición, por ejemplo, nunca había trabajado con Enrique Molina ni Laura de la Uz, que hace Zobeida. Voy conformando el reparto a partir de lo que un actor puede encarnar. No creo que haya favoritismo.

Por el tema que aborda, la película corre el riesgo de no caer demasiado bien en algunas esferas del poder en La Habana, pero también fuera del país…

Uno dice las cosas que siente y piensa. Por supuesto que habrá gente que le guste más o menos, o que entienda de una manera las cosas, pero pienso que cualquier expresión humana entraña esos riesgos. Uno debe decir lo que piensa y lo que siente, y presentar la realidad con sus contradicciones y sus problemas. Eso es una parte muy importante del cine, del arte narrativo en sentido general.

La película muestra la realidad cubana, con sus conflictos, sus necesidades, con las aspiraciones y la lucha del pueblo cubano para seguir adelante. Si a algunos les cae mal, ese es un problema de ellos.

En Fresa y chocolate, Diego huye de la Isla, y en El cuerno de la abundancia la respuesta a las necesidades de la gente es el milagro de una herencia en Inglaterra. En ambos casos la solución del conflicto está 'fuera', es externa, como si dentro de Cuba se hubieran agotado las posibilidades. ¿Qué opina de esta situación?

Cuando un país significa una sociedad de emigrantes es porque las soluciones no se encuentran dentro de esta sociedad, sino sería una sociedad de inmigrantes. En un país de emigrantes la gente busca las soluciones fuera del país porque no las encuentra dentro.

En la película hay una alusión explícita al embargo de EE UU. En su opinión, sin tener que contar el final, ¿el embargo es el culpable de todos los problemas de la Isla? ¿Usted lo quiso plantear así?

No, creo que no. Llámese embargo o bloqueo, está presente en la realidad cubana; pero varios problemas, o parte de los problemas de la realidad cubana, tienen que ver con la gestión de los propios cubanos. No podemos echarle la culpa al bloqueo de todo.

Algunos analistas creen que intelectuales y artistas han comenzado a exigir cambios y reformas, porque dicho llamado fue autorizado por el poder. ¿Va la intelectualidad detrás del carro del poder pidiendo cambios?

Pienso que no. En el caso del cine cubano, desde hace mucho tiempo se han hecho muchas películas donde se plantea la necesidad… Pero no creo que el arte pueda dar soluciones, ni decir: 'las cosas hay que hacerlas de tal manera'. Eso es algo que va a resolver la sociedad en su conjunto.

Ahora, el cine sí tiene que plantear los problemas, pero la forma de resolver esos problemas sí son una cuestión de la sociedad. Creo que esa es la función. Esta película plantea problemas, gente que vive en condiciones claramente difíciles… Ahora, cómo se solucionan esos problemas es algo que corresponde a la sociedad en su conjunto.


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El director de cine Juan Carlos Tabío, el 15 de octubre de 2008 en Madrid. (YPM)Foto

El director de cine Juan Carlos Tabío, el 15 de octubre de 2008 en Madrid. (YPM)

Tabío presenta 'El cuerno de la abundancia'

Fragmento del making off de la película.

(Tornasol Films)

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