Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Música

«El olor del monte me falta»

Alain Pérez, considerado el artista cubano que más ha aportado al flamenco, cuenta parte de su recorrido por la música.

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Lenguajes diferentes

Con el desparpajo que le caracteriza, Alain se reinventa (versiona) temas de sobra conocidos y los revitaliza. Así, En el Aire, su segundo trabajo discográfico, incluye un arreglo trepidante, sorprendente, de la Donna Lee de Charlie Parker, y se recrea con aire, cadencia envejecida, a capela, cantando un bolero inmortal: Convergencia, de Bienvenido Julián Gutiérrez y Marcelino Guerra. Las diferencias entre El Desafío, su primer y muy bailable primer disco, y En el Aire, son notables.

"Es sencillo. La discográfica que produce El Desafío me firma para hacer ese tipo de música. Eso no quiere decir que a mí me guste tanto o más que cualquier otra… Estoy contento de haber hecho ese disco. Fue una ilusión tremenda cantar las canciones de mi papá, Gradelio Pérez (el poeta de Manaca-Iznaga), no porque sea su hijo, sino por el talento que tiene", expresa Alain.

"La diferencia de aquel disco con En el Aire es clara: uno es música cubana bailable y el otro latin jazz del que tú sabes. Son lenguajes diferentes sin dejar de coincidir en el fondo las raíces".

Rodeado de músicos con los que trabaja habitualmente: Javier Masó (Caramelo), Román Filiú, Pepe Espinosa, Kiki Ferrer, Geovanis Pico, Inoidel González, Pepe Rivero, Iván Lewis (Melón) y el más joven, Charly Sarduy —todos cubanos, "todos estrellas"—, En el Aire es además, un vigoroso testimonio musical de un grupo de jóvenes radicados en España. Un aporte (a mi modesto entender) importante para la música cubana.

"Quería en un momento del disco poner los pies en la tierra, tierra cubana. Con el propósito de defender y alimentar la historia. No es más que un homenaje a Miguelito Cuní, Chapotín, Arsenio, Benny Moré. Donna Lee es otro homenaje al inmortal Jaco Pastorius, el cual tiene un significado especial para mí", dice el músico.

"En resumen: lo más importante de todos estos músicos es que, primero, estudiamos juntos en la ENA. Hemos compartido momentos buenos y malos. Somos un grupo de amigos que nos encontramos en este país y tenemos en común un millón de música. ¡Gracias a todos por estar unidos y apoyarnos como hermanos!".

Esperar su momento

Como todo el que sabe que el camino no es llano, Alain Pérez continúa sin descanso. Atrás han quedado "los buenos y malos momentos". Hay que salir a por más. Su relación de ahijado de Celia Cruz le dio impulso para seguir fuera de casa. Tiene un disco nuevo de "funky con guaguancó y jazz" (así define En el Aire) y el "maldito" Andrés Calamaro le reclama para su gira española.

Con el mismo entusiasmo de siempre está listo para esperar su momento. Momento que inevitablemente llegará. Está llegando. Sin aspiraciones baladíes y sin desespero, Alain Pérez lo tiene claro:

"El mercado español: no sé decirte, pero de los españoles: ¡tampoco! Mentira. Aquí, aunque parezca que no, cada vez hay más afición y público para esta música. Yo estoy muy contento a pesar de no entrar en 'Los Cuarenta Principales'. Es una condena estar fuera de casa, de mi familia, de mi gente, el barrio. El olor del monte me falta y a veces lloro para no ahogarme por dentro. Disimulamos y seguimos esperando que el mundo sea diferente y cambie".


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