«Estamos pagando caro el olvido de Latinoamérica»
Estados Unidos hoy, sucesión en Cuba y elecciones de noviembre. Entrevista con el senador cubanoamericano Bob Menéndez.
Ya está disminuido, los indocumentados aceptan salarios de miseria…
Es humillante que un hombre trabaje 40 horas a la semana y se mantenga bajo el nivel de la pobreza. ¿Qué dice esto? Que algo no anda bien. Y no puede andar bien mientras un millonario como Tom Kean, que además colecta un salario como senador estatal, vote en contra de aumentar el salario mínimo en Nueva Jersey, sin pensar en aquellos que trabajan en los empleos más difíciles, y que tienen que hacinarse en un apartamento para poder pagar la renta.
El canciller de México afirma que el muro en la frontera sur no es costeable. ¿Considera que ese muro detendría la avalancha?
Voté en contra del muro… Tiene razón, de dónde vamos a sacar 7.000 millones de dólares. Además, muchas de las personas que están indocumentadas aquí vinieron por avión, los detuvieron temporalmente, les dieron una citación para presentarse en inmigración y luego los soltaron. Pero de eso no se habla. Como tampoco que muchos de los del 9/11 vinieron por la frontera norte…
Estados Unidos es el único país desarrollado que no tiene un seguro médico universal para toda su población. ¿Qué opina de ello?
Que en el país más rico del mundo haya 46 millones de personas sin seguro médico, la mayoría de ellos latinos, es inaceptable. Debemos crear un seguro de salud para todos, y no es fácil, porque son muchos los intereses, pero por eso luchamos.
Todos los días mueren civiles iraquíes y militares estadounidenses en Irak. Para muchos, este país está en medio de una guerra civil. Pero Bush habla de mandar más soldados. ¿Debería Estados Unidos retirarse de Irak?
Yo abogo por una salida de Irak. Esta guerra nos ha costado 2.745 vidas y 380.000 millones de dólares; gastamos 8.000 millones al mes en mantenernos en ese país. Además, si Estados Unidos se mantiene en Irak, no tiene la flexibilidad de defender nuestros intereses en otras partes del mundo, ni podemos liderar diplomáticamente. Como en el caso de Irán, que sí es una amenaza.
Los países musulmanes prohíben los templos cristianos o de otras religiones. En nuestra democracia se permiten las mezquitas y la práctica del Islam. ¿Cree justo esto?
Lo que hace a Estados Unidos grande es su Constitución. Y entre nuestros derechos fundamentales está la libertad de expresión y de religión, en el altar que escojamos.
El norte de Nueva Jersey tiene plantas químicas y eléctricas totalmente desprotegidas ante ataques terroristas. ¿Qué pasó con la legislación que regularía su seguridad, presentada por usted ante al Senado?
El FBI advierte que tenemos las dos millas más peligrosas de la nación. Si estas plantas fueran atacadas, sus emisiones químicas matarían a millones en el área metropolitana Nueva York-Nueva Jersey. A cinco años del 9/11, ¿tenemos que esperar a que suceda? La ley obligaría a cambiar las mezclas químicas que utilizan para hacerlas menos explosivas y dañinas al hombre, pero la industria no lo quiere implementar por los altos costos. Y como tienen una relación estrecha con los republicanos, siempre rechazan la ley en el Senado.
¿No le parece una vergüenza que Bin Laden esté vivo?
Una vergüenza enorme. Es increíble que en vez de usar el ejército más sofisticado del mundo para atrapar a Bin Laden, la administración Bush le dio dinero a los líderes tribales, que se guardaron el dinero, y permitieron que éste se escapara.
Hay niños disparando y asesinando a otros niños en las escuelas. ¿Opina que se debería prohibir la venta de armas de fuego?
Debe haber leyes de restricción. Pero cuando se debía renovar la prohibición de las armas de asalto, la administración Bush la dejó pasar. Hoy cualquiera puede comprar un arma de asalto, un arma que no es para cazar, ni para hacer deporte, sino para matar. Además, cortó los fondos federales para pagar a los policías en las escuelas. Y eliminó que el Congreso y el público puedan saber de dónde proceden las armas utilizadas en un crimen. Esto nos dice el poder que tiene la industria del armamento en Estados Unidos.
La campaña de Kean en su contra, acusándolo de corrupción o de haber callado, ¿puede costarle la reelección?
Kean seguirá con sus mentiras, pero el pueblo con el látigo del voto lo va a rechazar. 32 años de un historial intachable no lo van a borrar seis semanas de mentiras.
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