Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Política exterior

La alianza cubano-argentina entre 1976 y 1983

¿Por qué un régimen comunista apoyó a una junta militar fervientemente anticomunista cuyo principal objetivo era eliminar la subversión de izquierda?

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Contrapropuesta: acusar a los otros

Este triunfo de Martínez y Amadeo impidió cualquier investigación bajo el procedimiento 1503 por un año más, pero en la siguiente reunión de la Comisión, en febrero de 1979, siete delegaciones occidentales presentaron públicamente el borrador de una resolución que pedía al secretario general de la ONU que recolectara información sobre las desapariciones.

Si bien Argentina todavía no era miembro de la Comisión, Martínez había cultivado contactos personales estrechos con los delegados no alineados y socialistas, que utilizó para bloquear la resolución occidental. Con su apoyo, Martínez utilizó una típica estrategia para derrotar las resoluciones críticas: la introducción de una contrapropuesta acusando de violaciones a los opositores.

Su enmienda a la resolución occidental que apuntaba a Estados Unidos, fue presentada por los delegados no alineados y, siguiendo las reglas de la ONU, fue sujeta a votación antes de la resolución real. Tensas negociaciones hicieron colapsar al comprometido texto y, como resultado, la cuestión se pospuso un año más.

Como uno de los miembros más influyentes, aunque controvertido, de los países no alineados en la Comisión, Cuba jugó un rol importante en la defensa que el Movimiento de No Alineados hizo al régimen argentino. La Habana mantuvo una delegación activa desde que logró la membresía en la Comisión en 1976, mientras que su elección a la presidencia del Movimiento de No Alineados en 1979 elevó su perfil entre los países en desarrollo.

Junto con las mejoradas relaciones con la Unión Soviética hacia fines de la década de los años setenta, esta posición de liderazgo también estableció a Cuba como agente de negociación entre el mundo desarrollado y el bloque socialista, según recoge H.M. Erisman en Cuba's Foreign Relations in a Post-Soviet World.

Para Martínez, La Habana también actuó como "interlocutor" entre la delegación argentina y las de Europa del Este. Cuando Martínez necesitaba pasar un mensaje a un país del Bloque del Este, generalmente le pedía al embajador cubano que fuera su mensajero.

Cuba también ayudó a convenir reuniones de los delegados no alineados en nombre de Argentina. Dichos favores reflejaron una relación entre los representantes cubanos y argentinos en Ginebra, que Martínez describe como "óptima" y "extremadamente cercana". Despreocupados por las diferencias ideológicas, el apoyo fue mutuo, según Martínez. "Los cubanos siempre, siempre nos apoyaron, y nosotros los apoyamos a ellos".

Este apoyo de Cuba y los otros países no alineados y socialistas en la Comisión resultó crucial en febrero de 1979. A pesar de su oposición ideológica a los objetivos no alineados, la junta militar se había mantenido en el movimiento para obtener el respaldo del grupo, numéricamente importante en cuestiones como los derechos humanos y las Islas Malvinas. Su pragmatismo fue recompensado en 1979, como lo reconoció más tarde un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores:

"La evolución de la participación argentina en el Movimiento demuestra que ha sido como consecuencia de una actividad diplomática positiva y fértil que la República pudo lograr los apoyos necesarios para un tratamiento decoroso del caso argentino en la Comisión de Derechos Humanos, como consecuencia de la decidida actuación en su favor de los miembros No Alineados de la Comisión. Ello se puso de manifiesto en el 35° Período de Sesiones (febrero de 1979) poco tiempo después de la concurrencia del Ministro de Relaciones Exteriores, Vicealmirante Oscar Antonio Montes, a la Conferencia de Cancilleres realizada en Belgrado en julio de 1978" (Ministerio, 1982, p. 3).


Teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, quien presidió la junta militar argentina a principio de los ochentaFoto

Teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, quien presidió la junta militar argentina a principio de los ochenta. (BBC)

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Miriam Leiva, Ciudad de La Habana