Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Política exterior

La alianza cubano-argentina entre 1976 y 1983

¿Por qué un régimen comunista apoyó a una junta militar fervientemente anticomunista cuyo principal objetivo era eliminar la subversión de izquierda?

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Las múltiples fuentes de cooperación cubano-argentina pueden comprenderse mejor examinando el contraste con la política cubana hacia Chile. El régimen militar chileno se convirtió en paria de Naciones Unidas, sujeto a investigaciones específicas del país y a varias condenas públicas. Cuba, junto con el resto del bloque socialista y de la mayoría de los países no alineados, votó consistentemente a favor de esas resoluciones condenatorias.

La diferencia con Argentina no se relacionaba con los derechos humanos de los dos países, dado que la represión en Argentina fue incluso de mayor alcance (aunque más oculta) que en Chile. Sin embargo, otras diferencias entre los dos regímenes militares explican la inconsistencia, demostrando que el apoyo cubano a Argentina se debía más bien al interés común en defender el principio de no intervención en cuestiones de derechos humanos.

Primero, los antecesores al gobierno militar en cada país eran considerablemente diferentes. El golpe de 1973 en Chile derrocó a un gobierno marxista que había desarrollado estrechas relaciones con Cuba, mientras que el golpe de 1976 en Argentina expulsó a un gobierno donde sectores de derecha habían iniciado una represión contra los grupos de izquierda.

Para Fidel Castro, claramente había más motivos de hostilidad hacia los sucesores de Salvador Allende que hacia los que siguieron a Isabel Perón. El partido comunista argentino, que mantenía lazos cercanos con La Habana, hasta llegó a justificar la intervención de las fuerzas armadas como una respuesta necesaria a las caóticas condiciones políticas y económicas del momento.

Segundo, los regímenes de Argentina y de Chile adoptaron políticas muy diferentes hacia Cuba. Al tomar el poder, Pinochet rápidamente rompió relaciones diplomáticas con La Habana y prohibió el partido comunista chileno. La junta argentina, por su parte, evitó la confrontación, prefiriendo las relaciones políticas correctas y un comercio limitado con la Isla. También ahorró a los líderes comunistas argentinos de la persecución y permitió que el partido mantuviera sus oficinas y funcionara en el mismo estado de semilegitimidad que el resto de los partidos de derecha y centro.

En respuesta, Cuba puso fin al apoyo a los grupos guerrilleros en Argentina, pero continuó apoyando el derrocamiento del régimen de Pinochet.

El factor soviético

Las relaciones con la Unión Soviética constituyeron una tercera diferencia entre los regímenes chileno y argentino. La URSS nunca fue un mercado importante para Chile, y los dos países se negaron a establecer relaciones diplomáticas. Argentina, sin embargo, mantuvo un alto volumen de comercio con la Unión Soviética, que se convirtió en su cliente más importante en 1980.

La demanda soviética de importaciones agrícolas también sentó las bases para algún tipo de colaboración en la esfera política, tal como lo ilustran los intercambios militares y la cooperación en cuestiones de poder nuclear.

Estas diferencias claves entre los regímenes chileno y argentino explican la divergencia en la política cubana hacia los dos países en la Comisión de Derechos Humanos. La perspectiva conciliatoria de Argentina probablemente fue el factor más importante dado el objetivo de Cuba de normalizar las relaciones Estado-Estado con el hemisferio.

Mientras que la tercera variable pudo haber influenciado en la toma de decisión de Cuba, resulta poco probable que el apoyo cubano hacia Argentina resultara directamente de la presión soviética. Académicos especialistas en Cuba generalmente rechazan la visión de que el Kremlin dictaba políticas hacia La Habana; a pesar de su dependencia de la ayuda económica soviética, el gobierno cubano actuaba más como un actor autónomo que como un satélite soviético.


Teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, quien presidió la junta militar argentina a principio de los ochentaFoto

Teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, quien presidió la junta militar argentina a principio de los ochenta. (BBC)

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Miriam Leiva, Ciudad de La Habana