Actualizado: 02/05/2024 23:14
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Colombia

Bogotá anuncia la desmovilización de 100 guerrilleros de las FARC

Según la Fiscalía, los insurgentes pretenden acogerse a la Ley de Justicia y Paz, diseñada inicialmente para los paramilitares.

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El fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, ha asegurado durante una sesión del Congreso que casi 100 guerrilleros de las FARC decidieron desmovilizarse bajo los términos de la ley especial diseñada para los combatientes ilegales, reportó AP.

Iguarán dijo que el centenar de insurgentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se había reportado "ante la Fiscalía" para acogerse a la Ley de Justicia y Paz.

El anuncio del funcionario, difundido por Caracol Televisión, no mencionó fecha ni lugar de la eventual desmovilización de los guerrilleros. Tampoco precisó la manera en que se llevaron a cabo los contactos.

El Secretariado de las FARC ha rechazado en varias ocasiones los ofrecimientos del gobierno del presidente Álvaro Uribe de iniciar conversaciones.

La Ley de Justicia y Paz es un mecanismo judicial creado para la desmovilización y desarme de los grupos paramilitares que operan en todo el territorio colombiano. Como pena máxima contempla ocho años de cárcel a quienes confiesen sus delitos, incluidos de lesa humanidad.

Sin embargo, la misma ley dice que de comprobarse que omitieron delitos perderían toda garantía dentro de la misma norma.

La Fiscalía colombiana anunció también la acusación contra un guerrillero de las FARC, extraditado por las autoridades de Costa Rica, por la matanza de Bojayá, noroeste, en la que murieron 119 personas el 2 de mayo de 2002, informó EFE.

La medida de un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario afecta a Héctor Orlando Martínez Quinto, alias "Panapanguero", extraditado en diciembre del año pasado.

La acusación señala que Martínez Quinto "deberá responder por los delitos de homicidio en persona protegida, lesiones personales en persona protegida, actos de terrorismo, utilización de métodos de guerra ilícita, rebelión y destrucción de instalaciones de carácter sanitario y de bienes destinados al culto".

La matanza se registró en medio de un combate, el 2 de mayo de 2002 en Bojayá, una aldea en la mitad de la selva del departamento del Chocó, a unos 600 kilómetros al noroeste de Bogotá, entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y paramilitares.

Los terroristas de las FARC utilizaban cilindros-bomba y uno de esos artefactos cayó y estalló en la pequeña iglesia católica de esa aldea, en la que se refugiaban más de 200 personas.

Una buena parte de las 119 víctimas mortales eran menores de edad.