El diálogo entre el gobierno y el ELN continuará en abril

AFP/ La Habana. El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) reanudarán en abril próximo, en La Habana, las conversaciones para diseñar un proceso de paz, tras superar una crisis que estuvo a punto de romper la segunda ronda de diálogos, que se inició el pasado 17 de febrero y concluyó este lunes.

El acuerdo fue anunciado por el comisionado de paz de Bogotá, Luis Carlos Restrepo, y el jefe militar del ELN, Antonio García, al concluir "de manera satisfactoria", y un día antes de lo previsto, la ronda de diálogo, según informaron.

La tercera reunión fue acordada después de que el viernes el gobierno colombiano otorgara estatuto político a los negociadores del ELN, García, Francisco Galán y Ramiro Vargas, con lo que se logró evitar la ruptura de los acercamientos de paz.

"El principal logro de esta ronda es la estabilidad de la mesa y en la próxima trabajaremos en el diseño del proceso y en la elaboración de una agenda. Existen diferencias entre el gobierno y el ELN, y estamos haciendo aproximaciones", dijo el comandante del grupo ilegal armado, en conferencia de prensa conjunta.

Restrepo destacó como logro "el que a pesar de las dificultades se va ganando confianza".

"Valoramos satisfactoriamente lo acontecido y se convierte en un activo para llevar adelante la tercera ronda", dijo.

"Discutimos de lo que podrían ser los ejes y líneas fundamentales del diseño de un proceso y una agenda. No podemos hablar de acuerdos en torno a estos puntos, y es lo propio que primero haya una escucha mutua para dar un paso adelante y ver qué caminos podemos abrir de manera conjunta", subrayó.

García precisó como elementos esenciales de un proceso definir "los alcances y propósitos últimos de la paz", y "cómo debe ser el diseño de la participación de la sociedad".

"También cómo ir generando los ambientes que ayuden y faciliten construir confianza y consoliden hacia adelante el proceso de paz. Y, por supuesto, lo que tiene que ver con la comunidad internacional", añadió.

García señaló que el otorgamiento del estatuto político, que implica la suspensión de órdenes de captura, permite "más fluidez a la delegación del ELN para una interlocución con el país, con los sectores de la sociedad y la comunidad internacional".

"El proceso produce ese salto a un reconocimiento político de la insurgencia. Es un derecho, no es que al ELN se le haya regalado", declaró a la prensa García, tras rechazar que el estatuto sea una "pruebita de libertad", como afirmó el sábado el presidente Álvaro Uribe.

Ante la crisis que se presentó en esta ronda, el gobierno y el ELN acordaron crear "un mecanismo alterno" a la mesa para tratar asuntos que "permitan aclimatar la confianza entre las partes y solucionar dificultades que surjan en el curso del diálogo".

"En un diálogo que apenas inicia hay muchas circunstancias difíciles, derivadas de tantos años de dificultades que ha vivido nuestro país, no basta simplemente la manifestación de buena voluntad. Es necesario ir enfrentando esas dificultades puntuales y eso es lo que hicimos", comentó Restrepo.

Para el gobierno, es primordial conseguir un cese de fuego y hostilidades, mientras que para el grupo armado ello vendría como resultado de un proceso de paz, y más bien busca que la administración de Uribe reconozca que existe un conflicto en Colombia y no una amenaza terrorista.

El Ejército de Liberación Nacional, alzado en armas desde hace 42 años, es considerado una organización terrorista por el gobierno de Uribe.

Surgido bajo la influencia de la revolución cubana, el ELN tiene unos 4.000 efectivos y es el segundo grupo ilegal armado del país, tras las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con 17.000 miembros.

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