El gobierno y el ELN inician una decisiva ronda de diálogo
Bogotá dice que no tratará al ELN distinto a los paramilitares de ultraderecha que se han desmovilizado, y que los miembros del grupo armado no recibirán indulto ni amnistía.
AFP/ La Habana. El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) inician este jueves una decisiva ronda de diálogo de seis semanas bajo la mediación de la Iglesia, que busca acercar las posiciones para encaminar a las partes hacia un proceso de paz.
Una fuente cercana a las conversaciones confirmó que la delegación de la Iglesia Católica colombiana llegó el martes a La Habana para reunirse con los representantes del ELN, Francisco Galán y Juan Carlos Cuellar, en tanto el comisionado de paz del gobierno, Luis Carlos Restrepo, arribaba en la noche del miércoles.
"Hay gran expectativa; pero las reuniones van a ser privadas", dijo a la AFP un funcionario de la avanzada de Bogotá, quien señaló que las pláticas se llevarán a cabo en El Laguito, una zona con acceso restringido en el oeste de la ciudad.
Una fuente próxima al ELN aseveró que hasta ahora está al frente de la delegación del grupo ilegal armado Pablo Beltrán, aunque no se descarta la llegada a la Isla del jefe militar Antonio García.
Un ausencia de García sería, según Bogotá, una "mala señal" para el proceso, que llega con posturas distantes a esta ronda, la sexta desde que el ELN y la administración de Álvaro Uribe iniciaron en diciembre de 2005 diálogos exploratorios en busca de un plan de paz.
A fin de acercar a las partes, participan esta vez los prelados Jaime Prieto, Leonardo Gómez, el secretario general de la Conferencia Episcopal Colombiana, Fabián Marulanda, y el sacerdote Darío Echeverri.
Mientras Bogotá espera que el ELN se comprometa a un cese del fuego unilateral y a liberar a los secuestrados, el grupo quiere primero una "agenda base" para una negociación formal.
"Para avanzar hacia la paz se necesita cese de hostilidades, porque en medio de secuestros y acciones violentas es imposible. No podemos ir de reunión en reunión y que los señores del ELN sigan secuestrando", declaró este miércoles Uribe.
Añadió que el gobierno no tratará al ELN distinto que a los paramilitares de ultraderecha que se desmovilizaron, dejando claro que sus miembros no sólo no recibirán indulto ni amnistía, sino que deberán someterse a la Ley de Justicia y Paz, marco jurídico utilizado para esos grupos.
El gobierno de Bogotá admite que una de las principales trabas en la agenda de negociación propuesta por el ELN, es una solicitud de amnistía para sus miembros.
"El país nos está reclamando que se suspendan el secuestro y las retenciones. Este clamor es justo. Pero también parar la persecución y asesinatos de dirigentes populares", afirmó Galán el viernes.
Agregó que para el ELN en una agenda de negociación es prioridad el tema de los desplazados por la violencia en zonas como Catatumbo, Norte de Santander, sur de Bolívar, oriente de Antioquia, Cauca, Arauca y Nariño.
No obstante, el comisionado dice llegar optimista a las pláticas y la comisión de garantes del proceso espera un "salto cualitativo" en esta ronda con la facilitación de los obispos.
El proceso ha pasado, según la Iglesia, por un "punto muy crítico" e incluso a mediados de marzo el escritor colombiano Gabriel García Márquez y el gobernante provisional de Cuba, Raúl Castro, se reunieron en La Habana con Pablo Beltrán y Restrepo.
Nacido en 1964 bajo la influencia de la revolución cubana, el ELN es con unos 4.000 hombres el segundo grupo ilegal armado del país sudamericano, tras las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con unos 17.000 efectivos.
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