La Comisión de Derechos Humanos aplaza su sesión en espera de un acuerdo sobre el Consejo

La Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas aplazó este lunes por una semana el inicio de sus sesiones anuales con el acuerdo de adaptar sus trabajos a la decisión que tomen los Estados miembros de la ONU sobre la creación del órgano que la reemplazará, informó EFE.

"Estamos ante una situación excepcional", dijo el presidente de la Comisión, el embajador peruano Manuel Rodríguez Cuadros, tras asegurar que las sesiones se reanudarán de todos modos el próximo lunes, aunque la duración y contenido dependerán del resultado de las negociaciones sobre el futuro Consejo de Derechos Humanos.

"Vamos a tener nuestro periodo de sesiones con o sin acuerdo en Nueva York", afirmó Rodríguez Cuadros, en referencia a las negociaciones que tienen lugar en la sede central de la ONU.

El diplomático peruano explicó que se barajan dos escenarios: el primero, que la Asamblea General de la ONU apruebe la creación del Consejo, lo que llevaría a la Comisión a tener un periodo de sesiones reducido y de transición.

En caso de que no se alcance un acuerdo sobre el nuevo Consejo de Derechos Humanos, la Comisión se reuniría durante las siguientes cinco semanas —hasta el 21 de abril— para tratar una agenda que los países miembros deberán decidir esta semana, mientras dure su receso forzado.

Mientras tanto, se espera que el presidente de la Asamblea General y responsable de las negociaciones, el embajador sueco Jan Eliasson, presente el próximo miércoles a los Estados miembros de la ONU su propuesta sobre el Consejo, que ha sido tajantemente rechazada por Estados Unidos.

Según Washington, el texto de Eliasson deja abierta la puerta para que países con un historial cuestionable en materia de derechos humanos puedan formar parte del nuevo órgano.

Esta situación ha llevado a un retraso inesperado en el proceso que debía conducir a la disolución definitiva de la Comisión de Derechos Humanos, existente desde 1946.

La suspensión de los trabajos de la Comisión fue criticada por el representante de Cuba, Juan Antonio Fernández, quien dijo a EFE que se trató de "una decisión forzada e indeseada" a la que se llegó "porque esta Comisión es rehén de las negociaciones en Nueva York".

El diplomático afirmó que no había otra alternativa debido a que las sesiones de la Comisión que debían comenzar este lunes "no fueron preparadas, como lo demuestra el hecho de que los documentos sobre los que debía debatirse están sólo al 40%", tampoco existe "un calendario de trabajo".

Fernández sostuvo que si no se alcanza un acuerdo esta semana para la creación del Consejo, "la Comisión tendrá que trabajar de manera normal porque no puede haber un vacío en la protección de los derechos humanos".

Muy contrario a esa opinión fue el embajador de Estados Unidos, Kevin Moley, quien declaró que para su país "es un misterio cómo la Comisión, que con su manera de operar en los últimos años se ha llenado de descrédito, puede ayudar a llenar tal vacío".

Sostuvo que la comunidad internacional quiere un Consejo, pero con el formato que propuso el secretario general de la ONU, Kofi Annan, "es decir, más pequeña, efectiva y con miembros que sean elegidos por los dos tercios de la Asamblea General".

"No queremos un Consejo que termine siendo parecido a la Comisión porque así no estaremos protegiendo los derechos humanos", dijo Moley en declaraciones a EFE.

La propuesta actual plantea que el Consejo tenga 47 miembros elegidos por mayoría simple de los 191 Estados miembros de la ONU, una talla y un mecanismo de elección con los que Washington no está de acuerdo.

Una fuente diplomática de la Unión Europea (UE) indicó que el bloque comunitario desea "que la Comisión celebre sesiones", porque lo contrario acomoda a "países que piensan que cuanto menos hablemos de derechos humanos, mejor".

"No debemos permitir un año en blanco en derechos humanos. Aunque no haya acuerdo en Nueva York, hay temas importantes que tratar", recalcó esa fuente.

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