Se acelera la campaña para la Constituyente en un clima poco entusiasta
En las elecciones del próximo domingo, Evo Morales intentará ganar 170 de las 255 bancas en juego, para continuar con su plan de nacionalizaciones.
El gobierno y la oposición aceleraron su campaña en la recta final hacia la elección del domingo en que los bolivianos designarán una Asamblea Constituyente y se pronunciarán sobre un referendo autonómico regional, en medio de un clima de poco interés por parte de los electores, informó la AFP.
El presidente Evo Morales dejó el lunes los ambientes del Palacio Quemado —sede de gobierno— en La Paz para apuntalar la campaña de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), y "asegurar el cambio".
El gobernante busca ganar 170 de las 255 bancas constituyentes en juego. "Tenemos que ganar por lo menos con el 70, 80%. Tenemos apoyo nacional realmente muy importante", afirmó en un discurso el lunes en la localidad quechua de Tarabuco, a unos 800km de La Paz, donde inauguró un hospital.
El mandatario, que ganó ampliamente las elecciones presidenciales de diciembre pasado con el 54% de los sufragios, pidió apoyo para "cambiar el país en la Constituyente", que tendrá hasta agosto de 2007 para redactar una nueva Carta Magna.
En la Asamblea Constituyente "nacionalizaremos todos los recursos (…) tenemos las responsabilidad de recuperar el territorio para los bolivianos", afirmó el gobernante, cuya popularidad oscila entre el 75 y el 81%, la más alta de un presidente desde la restauración democrática en el país, en 1982.
Morales ha nacionalizado ya los hidrocarburos, en manos de transnacionales petroleras desde 1996, y busca acabar con el latifundio y redistribuir la tierra.
El presidente indígena volvió a lanzar duros ataques contra "las oligarquías vendepatria" del rico distrito de Santa Cruz (este), donde un conglomerado político empresarial propugna las autonomías regionales del poder central de La Paz.
"Los 'vendepatria' no querían una Constituyente, ahora quieren estar ahí. Hay que impedir que vuelvan los 'vendepatria'", dijo el gobernante en un encendido discurso ante miles de indios tarabuqueños, famosos por su tradición combativa.
La principal oposición a Morales proviene del partido Poder Democrático y Social (Podemos), del ex presidente derechista Jorge Quiroga, quien tachó de radicales a los candidatos oficialistas.
En avisos televisivos, Podemos insta a los bolivianos a evitar la elección de "radicales" y a respaldar el régimen autonomista, al que Morales se opone terminantemente alegando que está diseñado para las oligarquías de Santa Cruz y Tarija, además de los distritos amazónicos de Beni y Pando.
En lo político, los autonomistas exigen básicamente la elección directa de prefectos, autoridades que luego tendrán el rango de gobernador, como en un régimen federal. En lo económico, Santa Cruz propone un modelo para administrar el 56% de los recursos que genera, alrededor del 30% del PIB de Bolivia.
En Washington se anunció que la Organización de Estados Americanos (OEA) inició el despliegue de observadores en Bolivia para la jornada del domingo.
El embajador colombiano Horacio Serpa encabeza la misión de la OEA, que cuenta con 30 observadores de 14 países miembros, que se harán presentes en los nueve departamentos bolivianos, a pedido del gobierno de Evo Morales.
La Asamblea Constituyente será instalada el 6 de agosto en Sucre, donde se fundó la República en 1825.
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