Actualizado: 30/04/2024 23:28
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Bolivia

Un muerto y varios heridos en la disputa por un yacimiento gasífero

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Un muerto y un número indeterminado de heridos dejó en el sur de Bolivia un choque entre militares y pobladores que tomaron una planta operada por la petrolera holandesa Shell, situación agravada por manifestantes que cortan rutas hacia Argentina y Paraguay en demanda del control recursos gasíferos, informó la AFP.

Derman Ruiz, de 37 años, murió desangrado el martes tras recibir un proyectil de arma de fuego en una pierna, supuestamente disparado por la fuerza pública, en un choque en Villamontes (1.200km al sur de La Paz y en la frontera con Paraguay) donde pobladores intentaron tomar una planta de bombeo de gas a Argentina, gestionada por la Shell.

Confusos informes oficiales y extraoficiales dan cuenta de la existencia de al menos dos decenas de heridos en Villamontes y en la población vecina de Yacuiba, donde un millar de pobladores tomaron otra planta de provisión de gas a la ciudad de Tarija, de 200.000 habitantes, gestionada también por Shell.

El conflicto estalló el lunes cuando autoridades de los municipios Gran Chaco y O'Connor, en jurisdicción del departamento de Tarija, cerraron rutas e ultimaron por separado el cierre de válvulas en el gasífero sur boliviano por la posesión del yacimiento Margarita, el más importante del país, que es administrado por la española Repsol.

Se trata entonces de una disputa de dos municipios por la asignación de 25 millones de dólares año, provenientes de la renta petrolera.

Las escaramuzas continuaban en Yacuiba, mientras en Villamontes prevalecía una paz frágil, según la prensa local.

El presidente Evo Morales responsabilizó al gobernador opositor de Tarija, Mario Cossío, por la muerte de Ruiz.

La resolución de un conflicto de límites entre dos provincias "es competencia de la autoridad regional", acusó el presidente.

Su administración acusó a Cossío de "demencial cálculo político" e "indiferencia" al no haber arbitrado este conflicto, latente desde 2003.

A su retorno de Venezuela, donde asistió a la I Cumbre Sudamericana de Energía, el mandatario dijo que "no se puede entender a dos provincias hermanas enfrentadas por un tema económico".

Morales pidió "pacificar la zona", donde fuerzas combinadas del Ejército y la Policía custodian plantas de bombeo, válvulas, gasoductos y campos de producción de gas natural.

Mediante un decreto, el gobierno central declinó la competencia de Cossío en el conflicto y la transfirió al gobernador oficialista del vecino departamento de Potosí, Mario Virreyra.

La recusación fue rechazada de plano por líderes civiles de O'Connor, leales a Cossío. Un portavoz de los cívicos, Teodoro Suriguay, llamó en represalia a "tomar inmediatamente medidas de presión".

En el tercer día de una crisis en ascenso, la situación era agravada por un corte de rutas en Gran Chaco (sur) que mantenía varado a más de un millar de vehículos en ambos lados de la frontera de Bolivia y Argentina.