Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Detrás de la fachada

Con una ausencia de soberanía económica y política: ¿Puede existir el Socialismo?

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Muchos observadores se preguntan: ¿adónde va el socialismo cubano? ¿Perdurara el socialismo en Cuba? Sin embargo, es muy importante hacer las preguntas correctas, ya que las respuestas acertadas a las preguntas incorrectas nunca llevan a buen destino y sólo ayudan a distorsionar la percepción de la realidad.

Una cosa es aceptar la existencia del "socialismo" en la Isla como un hecho irrefutable que nos viene dado a priori, y otra muy diferente, tratar de dilucidar a posteriori si la sociedad cubana cumple o no con las características básicas de la definición de una sociedad socialista. De ahí que, para responder esa interrogante, es necesario tomar como punto de referencia la definición marxista de socialismo como un sistema donde los trabajadores son los verdaderos dueños de los medios de producción.

Maximizar la explotación

¿Puede ser "socialista" una sociedad donde los trabajadores no son los dueños de los medios de producción? ¿Se pueden sentir los trabajadores cubanos dueños de los medios de producción, cuando ni siquiera pueden vender sus casas y automóviles?

En Cuba ocurrió algo muy diferente a las predicciones de los clásicos del marxismo sobre lo que debía ser el socialismo. La nomenklatura centralizó los medios de producción en manos del Estado para garantizar la efectividad del mecanismo de control totalitario sobre la población, asegurar la preservación del poder político de partido único y disfrutar de privilegios como la nueva clase dominante, y, al mismo tiempo, relegó a la clase asalariada a una condición de dependencia económica total del Estado, privándola de derechos laborales, fundamentalmente para poder minimizar, sin la molesta intermediación de los sindicatos libres, la parte del valor excedente que esta recibe por el producto de su trabajo.

El valor excedente es la diferencia entre el valor del Producto Interno Bruto (PIB) y los costos económicos de producción de ese producto, que incluye salarios, renta de la tierra, costo de reproducción del capital y recompensa por el manejo empresarial.

Es un error metodológico equiparar la condición predominante y monopolista de la propiedad estatal con el socialismo, ya que esa condición convierte al Estado en el único dueño, el equivalente a un gran monopolio capitalista que se apodera de toda la economía, y conduce inevitablemente al empeoramiento de la situación de una clase obrera que continúa desposeída de los medios de producción y bajo el régimen corporativista anterior disfrutaba de salarios competitivos, y se beneficiaba de la protección de los sindicatos libres y de una legislación laboral que estaba a la avanzada del continente.

El sistema económico cubano puede definirse como un capitalismo de Estado, es decir, una economía donde las fuerzas productivas son manejadas por el Estado de forma capitalista, mediante un sistema que combina el sistema de producir en base a la remuneración salarial y la apropiación del valor excedente, con la propiedad estatal de los medios de producción, y que permite al Estado actuar como una sola y gigantesca corporación.

Así, la combinación de Estado totalitario con capitalismo de Estado, se convierte en la antítesis de lo que debería ser una sociedad socialista con propiedad igualmente compartida y sistema político representativo y democrático, es decir, transforma al Estado en el explotador por excelencia de la clase asalariada y una férrea dictadura que niega sus derechos políticos.

Por ejemplo, en Cuba existe una diferencia abismal entre el PIB percápita y el salario percápita que devengan los trabajadores, ya que el Estado predetermina el monto de los salarios a un mínimo nivel de subsistencia y, consecuentemente, se apropia de todo el valor excedente, el cual distribuye de acuerdo a sus prioridades, fundamentalmente en actividades preservadoras del statu quo. ¿Puede existir entonces el socialismo en presencia de una doble ausencia de soberanía en lo económico y político?

¿Qué dicen los números concretos con respecto a la diferencia entre lo que recibe el trabajador y el excedente que se apropia el Estado? El PIB anual percápita de la Isla fue estimado en 3.900 dólares en 2006, mientras que el trabajador promedio subsistió ese mismo año con menos de 200 dólares anuales.

¿Significa esto que los trabajadores, como "dueños de los medios de producción", deciden de forma voluntaria recibir una remuneración de apenas el 5% del PIB percápita? ¿Son los asalariados cubanos los más altruistas o los más explotados del planeta? ¿No es este un claro indicador de que la sociedad no es "socialista" y que los asalariados, explotados al máximo por una nomenklatura inescrupulosa que maximiza su apropiación del valor excedente del producto social, no tienen control alguno sobre su nivel de compensación?

Incluso, si se tiene en cuenta los gastos educativos y sociales como especie de compensación indirecta, el remanente que retiene el Estado sería aun la clásica tajada del león. Por ejemplo, si uno toma cualquier otra economía, la diferencia entre el PIB percápita y el salario promedio es mucho menor. En Estados Unidos el salario promedio publicado por el Bureau of Labor Statistics para 2006 fue de $36.952, mientras que el PIB percápita para ese mismo año fue, según el Banco Mundial, de $43.883, una diferencia del 15,7%. La compensación del trabajador cubano, para ser comparable a la proporción del PIB del salario promedio del trabajador norteamericano, debería ser de $3.283 anualizados, una cifra 16 veces mayor a los $200 del salario promedio anual que recibe un trabajador en la Isla.

Esta explotación de la clase asalariada recuerda el principio marxista de la "máxima extracción de plusvalía". Sencillamente, bajo esas condiciones no puede existir un socialismo genuino, ya que este fue pensado como medio de liberación, no de opresión de la clase asalariada.


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