Actualizado: 17/04/2024 23:20
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El mercado de la memoria (I)

Transiciones, amnistías y los símbolos del mal: ¿Juzgar el pasado u olvidarlo?

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Más allá de esta anécdota, vale la pena insistir en que la gestión icónica del pasado nada tiene que ver con la furia destructiva que sobrevino con la caída de Gerardo Machado en 1933, cuando se destruyeron varios símbolos del régimen; ni con la voraz devoción castrista de eliminar a golpe de martillo las imágenes de los presidentes de la República hasta 1958.

El lugar de los tiranos y sus adláteres son los museos y los libros de Historia, no los lugares de exaltación pública. Aunque eso signifique enfrentarse a un puñado de fascistas o comunistas, según el caso, que siempre existirán.

En todas partes cuecen habas

Por otra parte, los hechos confirman que el mundo conservador no es tan homogéneo como algunos intentan pintarlo y, al igual que el progresista, tiene familias de diversa laya.

Mientras en España el conservador Partido Popular defiende a todo pulso mirar hacia delante y olvidar el pasado (incluso esto mismo han recomendado más de una vez a los cubanos), en la Polonia de los ultracatólicos hermanos Kaczynski se ha aprobado una ley según la cual los ciudadanos que ocupen cargos públicos, más los maestros, abogados, notarios, diplomáticos, periodistas y directivos de las empresas públicas (más de 100.000 personas), tendrán que presentar un "certificado de limpieza" que emitirá el Instituto Nacional de la Memoria (IPN).

Según reportes de prensa, los colaboracionistas de los viejos servicios secretos comunistas podrán ser despedidos. También podrán ser expulsados quienes se nieguen a solicitar el certificado o los superiores que en las empresas no denuncien a los subordinados que no hayan presentado su prueba de limpieza expedida por el IPN.

Los gemelos que gobiernan Polonia equivocan el modo de impartir justicia al utilizar castigos laborales como arma de combate contra los horrores del pasado comunista. Lo correcto sería que los acusados de cualquier acto contra la dignidad humana sean presentados ante los tribunales, único organismo capaz de dictaminar la verdad sobre la base de pruebas, y no un aparato como el Instituto Nacional de la Memoria, al que pretenden dotar de un perfil parajudicial. Los Kaczynski, sin embargo, han excluido de la 'cacería de brujas' a la Iglesia Católica, de la que se calcula que el 10% de sus sacerdotes colaboró con la dictadura comunista.

Lo sucedido en España, Polonia, Chile o Argentina en la gestión de sus pasados es bastante, pero no todo lo que puede verse y oírse en este mundo.


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