Actualizado: 17/04/2024 23:20
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Castro, Exilio, Contrarrevolución

Efemérides de la Contrarrevolución Cubana

La civilización del espectáculo admite que, así como hace furor entre americanos la telenovela anti-trumpista, siga pasando entre cubanos el culebrón de la revolución socialista

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El 7 de noviembre de 1977, el informante del FBI codificado MM T-6 indicó que se afrontaban problemas muy serios con el Dr. Orlando Bosch en Venezuela, ya que continuamente largaba declaraciones y sacaba conclusiones que eran simple especulación y perjudicaban no sólo su propia causa penal por la voladura del avión cubano en Barbados, sino también al exilio.

Así mismo abordaba que si Bosch salía de la cárcel en enero de 1978, como se suponía, sería deportado de Venezuela y no iban a aceptarlo ni en USA ni en República Dominicana [1], pero la mayor relevancia del informe de MM T-6 para la contrarrevolución cubana venía dada por el análisis de “evidentes” condiciones muy favorables al fin de la dictadura de Fidel Castro:

  • Como resultado de la muerte o captura de muchos cubanos en Angola, el castrismo afrontaba el problema de que la gente se cuestionaba ya por qué sacrificarse en África
  • La economía y los precios del azúcar se habían deteriorado
  • USA había cambiado su postura complaciente con respecto a Cuba
  • Castro había estado en el poder demasiado tiempo y esto era perjudicial para cualquier dirigente desde el punto de vista histórico
  • Los nuevos cuadros tenían otras ambiciones y la promesa de futuro brillante seguía sin cumplirse

Infortunio de las predicciones

Tal como no sirve para nada hoy describir por enésima vez, sin sugerir ninguna salida práctica, las maldades de la dictadura y la complacencia de las consabidas izquierdas coloniales que contemporizan con ella, tampoco sirvió para nada ayer que MM T-6 sudara la camiseta analítica. En vez de acercarse a su fin, Castro se metió al año siguiente en Etiopía y:

  • Se mantendría hasta 1991 en Angola, por donde pasaron más de 385 mil cubanos sin mucho chistar
  • Desde 1991 la economía empezó a deteriorarse todavía más y el azúcar caería en coma irreversible desde 2002 con la Tarea Álvaro Reinoso, que llevó al cierre de más de 70 centrales, pero la isla de corcho siguió y sigue flotando
  • USA seguiría entretanto cambiando de postura al vaivén del péndulo politiquero interno, pero ni la Ley Helms-Burton (1996) por administración demócrata ni la Comisión para Asistencia de una Cuba Libre (2003) por administración republicana sirvieron para nada, tal como sucedió con la gestión conciliadora de Obama y sucede hoy con el rollo —más que película— de confrontación de la administración Trumpoloco
  • Castro duraría casi tres décadas más en el poder con atributo de mando y otra década más sin atributo alguno para llegar así al colmo de la dictadura
  • Los nuevos cuadros con nuevas ambiciones quedaron sometidos, como estaba previsto, a la dinámica de pandilla estructurada en régimen de partido único, mientras que las promesas del castrismo siguieron y seguirán sin cumplirse, tal como no se cumplen las promesas ni los vaticinios del anticastrismo

Hoy, como ayer MM T-6, los críticos del tardocastrismo que, por su impetuosidad verborreica, pudiéramos codificar de conjunto como T-34 son criaturas de esa contrarrevolución de pose que pasa gato de interés por liebre de conocimiento. Lo mismo da que el FBI pagara a MM T-6, que la FNCA pague de trasmano a T-34 o que nadie pague [2].

Tomemos por ejemplo la predicción gratuita en 2015 sobre una “nueva era para la oposición cubana”. Nada ha cambiado en su quehacer y situación al cabo de otro quinquenio gris. Para noviembre de 2018 afloró otro augurio: “[Y]a están dadas todas las condiciones objetivas y en parte hasta las subjetivas, para que se produzcan en Cuba hechos trascendentales (…) en el corto espacio de un año o dos”. Vamos a ver si el 1º de enero de 2021 la vida en Cuba sigue igual, como siempre: de mal en peor, o si pasó algo que borró de pronto al tardocastrismo con su partido único, su ideología oficial, la represión política, el triple monopolio sobre las armas y los medios fundamentales de producción y de comunicación social, junto con la dirección centralizada autoritaria de la economía y su descentralización anárquica.

Espectáculo de las imprecaciones

Entretanto la civilización del espectáculo admite que, así como hace furor entre americanos la telenovela anti-trumpista, siga pasando entre cubanos el culebrón de la revolución socialista rumbo al comunismo junto con el folletín de la contrarrevolución mediante oposición pacífica y cantaleta crítica, sin que el pueblo cubano se altere ni la Unión Europea ni USA ni mucho menos Latinoamérica se conmuevan más allá del circo mediático.

Dicen que el régimen dispuso revolucionariamente —o dejó que otros dispusieran— de armas indescifrables para dañar cerebros de diplomáticos en La Habana. La proclividad al espectáculo desvía la atención del daño cerebral provocado por la revolución misma en ciertos actores políticos de la contrarrevolución en USA, quienes armaron tremenda gritería por lo que pasó, pero jamás exigieron la debida represalia militar por semejante acto de terrorismo.

Por esa misma doblez se tragan disparates como proyectos de oposición interna y tupen a la Casa Blanca con cositas de política exterior tan fallidas de antes como poner cotas a las remesas del emigrado al insiliado, o amargarle la vida al emigrado con familia en el interior forzándolo a volar a La Habana y arrear después al tolete dentro de la Isla de Cuba pintoresca.

Coda

Detrás de estos actores políticos vienen siempre analistas que, como MT T-6 y T-34, largan dictámenes ajenos a la maldita circunstancia de gente por todas partes dispuesta a continuar viviendo miserablemente antes que romper la rutina y hacer contrarrevolución.

Quizás porque, tras fallar en su apuesta por Fidel Castro, eso que llaman pueblo de Cuba nunca seguirá a ningún líder que no ejerza la crítica de las armas y se complazca tan sólo con dar lengua y más lengua en uso del arma de la crítica.

Notas

[1] MM T-6 pifió en ambos pronósticos. Bosch vino a salir en libertad hacia noviembre de 1987 y regresó a USA. Aunque cayó preso y hasta vendió limones en la calle para protestar por falta de permiso de trabajo, sería perdonado en julio de 1990 por el presidente Bushón.

[2] En tiempos de MM T-6, cobrar directamente como informante de agencias federales llegó a ser Miami’s biggest industry. Cf.: Rothchild, John.: “The Informant”, Harper’s, enero 1982, 29. En tiempos de T-34 suele cobrarse indirectamente a través de fundaciones y otras entidades subvencionadas por el candor de los americanos.


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