Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Pataleo incansable

El futuro de Cuba: ¿Con Shakespeare o con Chejov? ¿Intransigencia y muerte o aprendizaje y vida?

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En una conocida fábula, dos ranas cayeron a un cántaro de leche. Una de ellas, sintiendo agotar sus fuerzas, decidió morir tranquilamente. La segunda rana no se rindió. Con el pataleo, la leche cuajó en mantequilla. Al final, pudo saltar y se salvó.

El embargo contra Cuba parece inspirado por la rana pataleadora. Sus partidarios reciclan el mismo mensaje y las mismas tácticas, en la esperanza peregrina de recuperar las que recuerdan como sus propiedades. Nada racional indica que puedan tener éxito, pero patalean en círculos.

Es difícil saber qué parte de la palabra "no" los partidarios del rencor no entienden. El Congreso norteamericano está aprobando anualmente versiones legislativas que empiezan a desmontar el embargo.

Cinco décadas de accidentes

En Naciones Unidas, el embajador Bolton ha reconocido en conferencia en la Asociación de Política Exterior, que Estados Unidos, la nación más poderosa del orbe, hizo el máximo esfuerzo para bloquear la resolución sobre el embargo, recogiendo 182 votos en contra. La Cumbre Iberoamericana de Salamanca subió el tono en la condena al "bloqueo". Sería útil que los partidarios del embargo definieran qué nuevas evidencias pueden convencerlos de su fracaso.

En lo que sí son creativos es en tapar fiascos. Ahora se ha puesto de moda invocar a una hipotética unidad opositora en la que el embargo no se discute, pues "nos divide". Para creer ese truco hay que tomar leche en biberón. La idea de que nos juntemos en un frente común, sin discutir lo que queremos para "la Cuba que se nos viene encima", equivale a que individuos con diferente destino se montaran a un carro sin indagar a dónde va.

Lo más probable es que todos terminen fajados y lejos de donde les hubiera gustado. Lo menos que sabemos de estos chóferes es que tienen casi cinco décadas de accidentes.

Tenemos diferente destino. Ellos quieren que renazca la república plattista, amparados en la Ley Helms-Burton. Nosotros queremos la república social martiana, con libertades cívicas y Estado de bienestar. Sin rencores. Sabemos que la mejor estrategia para democratizar es la apertura, el diálogo y el intercambio.

La mitad del exilio cubano, que crece con las nuevas generaciones de cubanoamericanos y los llegados de Cuba, no se va a sumar a la estrategia del odio. El primer paso de un consenso por la democracia debe ser el fin del embargo. El futuro tiene precedencia sobre el pasado, especialmente si se trata de un pasado que ni siquiera fue.


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