Un artículo reciente publicado en CUBAENCUENTRO sobre el nivel de la oposición y la disidencia interna en Cuba, expresaba:

“Cada cual hace la protesta a su manera y como puede. Junto a los opositores políticos y los periodistas independientes, está la amplia disidencia del oficialismo y la abierta disidencia socialista y de izquierda, con sus críticas y propuestas.

Existe la crítica permanente de la intelectualidad cultural con sus programas en los propios medios castrista, su literatura, pinturas, humorismo, teatro y películas contestatarios. Está la insubordinación de los reguetoneros con letras que denuncian el régimen y el sistema de vida en Cuba y la de las redes de computación que escapan al sistema de control estatal.

Súmense los actos de rebeldía que implican la decisión de emigrar de millones de personas.

Además, está la desobediencia civil que hacen cientos de miles de trabajadores privados y cooperativistas, registrados o no por el estado.

Por otro lado, se encuentra la indocilidad de los campesinos que se las arreglan para seguir vendiendo sus productos fuera del mercado oficial, sin pagar impuestos por ello; la de los transportistas privados que se las arreglan para seguir viviendo y funcionando a contrapelo de todas las arbitrariedades del Estado.

Pero, especialmente, está el enfrentamiento silencioso de millones de trabajadores estatales desviando cada recurso posible, trabajando a paso de jicotea y haciendo insostenible el sistema estatista”. (1)

A propósito de este artículo le decía a un amigo que la población cubana, la oposición y la disidencia interna tenían un comportamiento libertario, por lo cual no se podía esperar que pudieran sitiarlos en un corral, en un chiquero y ni siquiera en un potrero donde pudieran sentirse más libres, porque ellos no resistían estar dentro en una alambrada por extensa que sea.

Se me ocurre otro ejemplo metafórico para tratar de expresar la condición libertaria de las distintas plataformas prodemocráticas (desde las más radicales a las más moderadas):

Generalmente manadas de leones, tigres, hienas, elefantes, búfalos, jirafas, cebras, impalas y otras especies del reino animal de las praderas africanas migran en grupos hacia un lago o un rio para saciar la sed y seguir su supervivencia.

Los carnívoros además de saciar la sed aprovechan la ocasión para cazar sus presas y hasta se desarrollan luchas campales entre carnívoros y herbívoros por la subsistencia de unos y supervivencia de los otros.

Y es que el dialogo es muy necesario entre las diferentes tendencias políticas existentes en la nación cubana y particularmente entre los demócratas cubanos de distintas ideologías y con diferentes plataformas específicas para la democratización de Cuba y para lograrlo es necesario que aparezca ese lago o ese río al que vayan todos a alimentarse políticamente en el intercambio

Como se ha dado a conocer en varios escritos, un grupo de demócratas cubanos están trabajando en constituir un Parlamento Cubano (ParlaCuba) o una institución similar, por medio de Internet, donde confluyan todas las fuerzas prodemocráticas cubanas tanto del interior de Cuba como de la diáspora, en el cual se puedan encontrar diferentes ideologías y fuerzas políticas, (derechas, centros, e izquierdas, pero todas democráticas). En ese proceso seguramente emergerán figuras y fuerzas conciliadoras que tendrán como denominador común la democratización de Cuba.

Si ParlaCuba logra cumplir el papel del rio o del lago africano de referencia entonces muchas de las diferentes plataformas prodemocráticas de Cuba, sin duda, vendrán a beber a la fuente, precisamente por sus características libertarias comparables a las manadas de las praderas africanas, metafóricamente hablando.

[1] https://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/caracter-actual-de-la-resistencia-en-cuba-y-sus-causas-fundamentales-331643

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