Jubilados en la cola del pan:

—¿Viste cómo viene lo de la constitución nueva?

—Total, de jodío pa’lante no hay más paradero…

En la asamblea sobre el anteproyecto de constitución:

• El diputado J. Crespo propone que para aceptar denuncias sea “con previa identificación”. Gladys Bejerano, contralora, defiende que sean anónimas para animar a denunciar y reconoce que estas han alcanzado hasta el 80-90% del total… ¿Cuántas reputaciones ha destruido esta práctica de estalinismo tropical? Luego que se desata una investigación —incluye su vida íntima— la víctima queda desacreditada e inhabilitada aun sin demostrarse culpabilidad.
• P. Esquivel plantea que no se explica claramente el papel del partido. Luego de algunas intervenciones aclaratorias J. L. Toledo Santander explica que “el partido es la fuerza dirigente superior, como tal la constitución no puede trazarle directrices…” Conclusión: el hipotético supremo órgano del poder estatal no puede normar el funcionamiento del partido, es este el que diseña al supuestamente “electo” por los ciudadanos… ¡Democracia en la semántica oficialista!
• El propio Toledo Santander aclara que “vendrán después directrices internas del consejo de defensa nacional que establecerán la organización de estas estructuras”. Esto es copia de China, donde la jefatura del Estado corresponde al presidente, el líder del partido es su secretario general y el líder del ejército es el presidente de la comisión militar central. Estos tres cargos están ocupados por una persona. Se contradice la anunciada copia de la estructura soviética, donde el presidente del soviet supremo era jefe de Estado, un jefe de gobierno (primer ministro) y un secretario general del partido, las fuerzas armadas no constituían un poder autónomo… ¿Frankenstein sino-soviético?
• Sobre el reconocimiento de la posibilidad de reclamar judicialmente daños ante negligencias de funcionarios y organismos, la prohibición de discriminación por credo, etnia, género (incluido el tratamiento del matrimonio entre personas sin mencionar sexo) y otros derechos que se proponen, no se aclara que ellos constaban en la Constitución de 1940 y fueron eliminados en la constitución copiada de la soviética en 1976. Ahora se incluyen para tranquilizar los organismos internacionales de Derechos Humanos, simple ejercicio intelectual pues en un Estado totalitario esos derechos resultan irreales.
• Se reconoce las fuentes utilizadas: la soviética en lo político (dictadura de partido único), la china en lo económico (capitalismo para extranjeros e ínfima minoría nacional, para los cubanos de adentro y de abajo miseria institucionalizada) y la cubana de 1940 en reconocimiento de derechos negados en la práctica por no ser un Estado de Derecho el diseñado. Menos evidente la fuente venezolana pues ¿Queda algún ejemplar luego que Maduro y sus acólitos la utilizaran como papel higiénico?

Las versiones publicadas no mencionan muchas cosas, entre ellas cómo se integran al Gobierno —si lo hacen— las estructuras militares y su sistema empresarial que abarca más de la mitad de la economía; no se habla de la pena de muerte, en Cuba aplicable a delitos que ni siquiera califican como tales en países democráticos.

Se plantea que la nueva constitución generará más de 50 instrumentos legales nuevos, como quiera que el proyecto está engavetado en el buró político durante cinco años, es de suponer que esa legislación esté ya escrita y luego de los procesos formalistas que se avecinan se les presentará a los diputados que —luego de “debatirlas”— las aprobarán unánimemente.

Y ahí viene el desmentido al jubilado 2 en la cola del pan: sí hay más paraderos. Luego de concluido todo el aparataje teatral con sus puestas en escena correspondientes Corea del Norte parecerá un paraíso bajo las estrellas comparado con Cuba de no ocurrir un milagro impulsado por un #NO AL CINCO multitudinario e inocultable de los cubanos de adentro, advertidos con la colaboración imprescindible y decisiva de los cubanos de afuera (argumentos sobran) obviando intereses personales y discusiones bizantinas para entre todos detener la sentencia de muerte de nuestra nacionalidad.

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