Malecón, Construcciones, La Habana
El malecón habanero y la república
Luego de 1959, la calidad tradicional de la ingeniería y la arquitectura cubana desaparece bajo las metas; la corrupción inducida que roba hasta un alambre, las microbrigadas y los contingentes
No es una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana. Es en esencia un gran muro de ocho Km de longitud entre la costa y una ancha avenida sin altas complejidades ingenieriles, no obstante, tiene dos características que lo hacen un símbolo republicano y demócrata:
- Su construcción comenzó en 1901 bajo el gobierno interventor estadounidense del cual todos los secretarios —ministros— así como alcaldes y gobernadores eran cubanos, en su inmensa mayoría independentistas destacados incluyendo generales y altos oficiales del Ejército Libertador y en cada período presidencial de la república se le añadió tramos a su construcción, con Carlos Prío Socarrás, último presidente electo, se llegó a su ubicación actual en la desembocadura del Almendares.
- Quien viva en La Habana y sus condiciones físicas le permitan llegar a pie al Malecón en caso de no vivir en sus alrededores o contar con transporte, puede disfrutar de la brisa, respirar el aire salino y yodado del océano, conversar, romancear, tocar guitarra u oír a quien lo haga, darse unos tragos, en fin, recibir un tratamiento anti estrés de lujo completamente gratuito.
Desde el golpe de Estado de Batista en 1952 hasta 1959, es decir, siete años se ejecutaron en al país múltiples obras: escolares sobre todo rurales; de la salud, entre ellas las del programa llamado Organización Nacional de Dispensarios Infantiles, ONDI, se reconstruyeron hospitales como el antiguo Reina Mercedes hoy el Fajardo, se construyó el hoy Ortopédico Frank País. Se ejecutaron cuatro de las Siete Maravillas de la Ingeniería Civil Cubana: el Edificio FOCSA y el túnel de la bahía totalmente, el puente de Bacunayagua, terminado en 1959 y el Viaducto La Farola, comenzado antes de 1952 y terminado en 1965, pero los trabajos fundamentales y de mayor complejidad que le ganan el calificativo de Maravilla se hicieron durante el período.
Otras inversiones privadas fueron cuantiosas: en urbanización y viviendas; radio, televisión y telefónicas; diversificación de la agroindustria azucarera; industria ligera incluyendo textil, alimentaria, y para apoyar todo eso en la generación de electricidad se invertía sistemáticamente, en esos tiempos se construyó la primera planta cubana de generación eléctrica con recursos renovables, la hidroeléctrica del Hanabanilla, y en 1959 en vistas de la nueva situación creada la General Electric Board canceló un financiamiento de 15 millones de USD de la época, unos 150 millones actualmente. Mención especial para la Ciudad Deportiva de La Habana, con merecimientos de maravilla.
Pero no se añadió un metro al Malecón haciendo muchísima falta.
Luego de 1959 no se realiza ninguna maravilla, la calidad tradicional de la ingeniería y la arquitectura cubana desaparece bajo las metas; la corrupción inducida que roba hasta un alambre (para sobrevivir hay que hacerlo); las microbrigadas y los contingentes
Del malecón nada, ni un metro más y además no se han mejorado las condiciones del existente para hacer más efectiva su función de protección de la furia marina a la ciudad. Ahora se habla de esto último, veremos cuando se materializa si es que eso sucede. Lo más probable es que haya que esperar por la restauración de la república.
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