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Inmovilismo, Cambios

Esperando… a ver qué pasa

El inmovilismo en Cuba, más sólido que nunca

Si algo avanza en Cuba, además del marabú, es el inmovilismo.

Cada día son más los visitantes extranjeros, y entre ellos muchísimos americanos, que van a Cuba con la intención de explorar tanto evoluciones positivas como potenciales oportunidades de negocios, y al dejar la Isla están más confundidos que nunca, porque ningún funcionario del régimen es capaz de concretar nada ni de mostrar posibilidades reales de avanzar, ya que todos dicen estar a la espera del levantamiento del embargo, como si se tratara de algo inminente. Por tanto, el régimen estaría inmovilizado por culpa “del bloqueo”.

Sea el presidente de Francia, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, el canciller español, todos tratan de encontrar la punta del ovillo que permitiría avanzar por el laberinto de regulaciones, disposiciones y expectativas desmesuradas (o minimizadas), pero no logran encontrarlo. No es que los cubanos mantengan en secreto ese ovillo que permitiría escapar del Minotauro, sino que aparentemente no lo tienen, y algunos ni siquiera saben que exista algo así. Cuando para oír hablar del futuro cubano hay que entrevistar al obeso fotógrafo Alex Castro, hijo de Quien Tú Sabes, está claro que las perspectivas son grises y con pespuntes negros.

Las noticias sobre el estancamiento del régimen son más elocuentes cada día. El supuesto socialismo próspero y sustentable brilla por su ausencia: falta de liquidez manifestada en significativa reducción de importaciones de alimentos, y la producción agropecuaria nacional crece mucho más en las estadísticas oficiales que en los mercados; agobiante sequía que reduce áreas de siembra y rendimientos de cultivos; decrecimiento de la masa ganadera por muerte de hambre y sed de muchos animales y por mal manejo de los mismos en áreas estatales; crisis demográfica endémica, con una proporción creciente de cubanos de la tercera edad, mientras infinidad de jóvenes y personas en edad laboral tienen como objetivo principal de sus vidas emigrar, a donde sea y como sea; epidemias de dengue y cólera que surgen continuamente sin que se eliminen definitivamente, como si se tratara de África; salarios estatales con cada vez menos poder adquisitivo; bombo y platillo con la ley de inversiones extranjeras y la Zona de Desarrollo de Mariel, pero pocos inversionistas arriesgan su dinero en un país donde los condicionamientos legales no son transparentes y el poder judicial no es independiente; doble moneda lastrando el funcionamiento de la economía y afectando los bolsillos de los cubanos y la credibilidad del régimen, mientras la solución del problema no pasa de rumores y especulaciones hasta el momento; faltando menos de seis meses para la celebración del congreso del partido comunista, que se supone sea, según la camarilla dirigente, la reunión más importante del país, casi no se habla del tema en la prensa controlada por la dictadura ni se respira el ambiente propagandístico que existía en anteriores ocasiones al aproximarse la fecha del cónclave partidista. Dicen las malas lenguas que los más retrógrados, que no acaban de aceptar las nuevas realidades surgidas después del 17 de diciembre, quisieran aplazar el congreso, mientras los que favorecen cambios insisten en celebrarlo como fue convocado, en abril de 2016.

Mientras tanto, ¿a qué se dedica, por ejemplo, el periódico Granma? Ante todo, a desinformar. Publica que el conjunto Buena Vista Social Club actuó en la Casa Blanca y que sus músicos se robaron los aplausos de los cerca de 400 asistentes, incluyendo al presidente Barack Obama, lo cual es falso: Obama no estuvo presente en la actuación, aunque sí los saludó personalmente. “Pequeños detalles” que el órgano del partido comunista cubano pasa por alto.

Además de desinformar, como de costumbre, otra tarea del libelo comunista es falsificar la historia a conveniencia del régimen, para lo que está publicando una serie de artículos de investigadores de un centro de investigaciones históricas de la Seguridad del Estado. En uno de los más recientes, sobre la Lucha Contra Bandidos (ya el título denota la intención) afirma de hecho, escandalosamente, que todos y cada uno de los alzados contra el régimen desde 1959 eran “terroristas” y se dedicaban sistemáticamente a asesinar hombres, mujeres, niños y ancianos. Al mismo tiempo, silencia que buena parte de los alzados fueron combatientes del Ejército Rebelde o humildes campesinos cubanos. O que miles de familias del Escambray fueron sacadas a la fuerza de donde vivieron y trabajaron por generaciones, y deportadas a lejanos pueblos al occidente de Pinar del Río, para cortar a los alzados fuentes de apoyo y suministros que esas familias les ofrecían. Ya los comisarios políticos y militantes “duros” en el país tienen tela por donde cortar y leyendas que divulgar para construir una historia que ni es ni puede ser.

Para más escándalo, se constituyó un grupo para promover la libertad de la espía Ana Belén Montes, que cumple 25 años de cárcel en una prisión de alta seguridad en Estados Unidos por pasar al régimen sensibles informaciones que obtenía en la Agencia de Inteligencia del Pentágono, donde trabajaba. Es la espía al servicio de la dictadura que más daño ha hecho a EEUU. Algunas de sus informaciones costaron la vida a americanos emplazados en América Central para combatir las guerrillas apoyadas por los Castro. No recibió pena de muerte al declararse culpable y cantar más que un canario en celo, por lo que La Habana la ignoró hasta ahora. Pero hay que seguir alborotando. Y el pretexto que se comienza a enarbolar es que esta señora no era realmente espía, sino alguien con la noble tarea de evitar un enfrentamiento entre ambos países, avisando de posibles planes del guerrerista EEUU contra la pacífica Cuba. Surge así una nueva tarea para agentes de influencia y sirvientes del régimen que decidieron que otras tierras del mundo reclamaban el concurso de sus modestos esfuerzos.

Es de esperar que los quintacolumnistas del régimen en el exterior comiencen de inmediato su campañita para reclamar a Obama perdón presidencial para esta dama, detenida en 2001, lo que parece excesivo a los jenízaros de la dictadura. Huber Matos, comandante de la Sierra Maestra, cumplió 20 años, hasta el último día, y Mario Chanes de Armas, asaltante del Moncada y expedicionario del Granma, cumplió 30, también hasta el último día, ambos en infernales prisiones entre maltratos y abusos, aunque ninguno de los dos era espía ni conspiró contra el castrismo o provocó muertes de cubanos. No importa: los quintacolumnistas intentarán en los próximos meses ignorar esas verdades, exaltar el espionaje y la traición a la patria como virtudes cuando son “contra el imperialismo”, y destacar bondades y ternuras de una espía capturada in fraganti, mientras continuarán desacreditando a quienes se enfrenten a la dictadura.

En eso veremos, en EEUU y todo el mundo, a académicos “liberales”, intelectualoides envidiosos, jenízaros de poca monta, y miserables sirvientes de la dictadura más larga y sanguinaria de América.

Mientras el régimen sigue esperando… a ver qué pasa.

© cubaencuentro

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