Economía, Desarrollo, Cambios
La economía cubana en 2013 y perspectivas para 2014
Resalta la disminución de los ingresos en divisas, ya que se ha conocido el incremento de las remesas provenientes fundamentalmente de Estados Unidos
El Consejo de Ministros sesionó los días 19 y 20 de diciembre, en coincidencia con la Asamblea Nacional del Poder Popular, para recibir información sobre el cumplimiento del Plan de la Economía en 2013, aprobar el correspondiente a 2014 y el anteproyecto de Presupuesto del Estado para ese año, y conocer el informe sobre el cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, según informaron los medios cubanos.
En relación con 2013, el vicepresidente del Consejo de Ministro Adel Yzquierdo solo expuso el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,7 %, inferior al 3,6 % previsto, debido fundamentalmente al incumplimiento de los ingresos en moneda libremente convertible, la industria manufacturera y las construcciones, pero señaló que la mayoría de las actividades registran incrementos en comparación con 2012. No ofreció cifras sobre los resultados de ningún sector, lo cual impide el análisis del comportamiento de la economía. No obstante resalta la disminución de los ingresos en divisas, ya que se ha conocido el incremento de las remesas provenientes fundamentalmente de Estados Unidos, calculadas en más de 2 mil millones de dólares, y de los visitantes cubanos, cubano-americanos y norteamericanos, así como el nuevo envío de alrededor de 7 mil médicos a Brasil y otros países, al tiempo que se mantienen en Venezuela, siendo el principal rubro de exportación y entrada neta de divisas. Probablemente disminuyeran las cantidades de divisa procedentes de Caracas, entre otros asuntos debido a dificultades con el petróleo y sus derivados que La Habana reexporta al mercado mundial.
En cuanto a 2014, el aumento del PIB se sitúa en 2,2 % “a partir de potenciar las reseras internas de eficiencia de la economía y dirigir los recursos hacia aquellas actividades productivas que generan exportaciones y para financiar inversiones”, pero se acota la previsión de caída de los precios del azúcar y el níquel. En el primer caso, la agroindustria azucarera ha tenido una ligera recuperación en los dos últimos años, y en la zafra 2013-2014 se espera un incremento del 17,5 % en relación con la anterior, para solo 1.8 millón de toneladas, de ello apenas un millón para exportación. Resulta llamativo que no se priorice el sector manufacturero para compensar e incrementar las exportaciones. A pesar de que se encuentra todavía a más del 50,0 % por debajo del nivel de 1989, para 2014 se proyecta un menor crecimiento, aduciendo limitaciones financieras. No obstante, el presidente Raúl Castro enfatizó la necesidad de diversificar la producción para el consumo interno y la exportación, en la mencionada reunión.
Además se anunció un crecimiento del 7,0 % en el sector agropecuario. Indudablemente, el mercado continúa desabastecido y con precios altos, evidencia de que la política seguida hasta el momento no incentiva a los agricultores y se debe importar los alimentos indispensables con costos al alza en el mercado mundial. Se planifica un incremento de 9,3 % en el comercio, 8,8 % en las actividades de hoteles y restaurantes, y se aspira a aumentar el turismo, que en 2013 no creció según lo esperado.
Continúan las dificultades en la transportación nacional de pasajeros, evidente en el énfasis al “reordenamiento” de la actividad mediante las cooperativas creadas en La Habana, Artemisa y Mayabeque, generadas por el arrendamiento de taxis, así como en el anunció simultáneo de la eliminación de las restricciones a nacionales y extranjeros para la compra de autos, y la venta minorista de motos, autos, paneles, camionetas y microbuses nuevos y de segunda mano, con precios semejantes a los del mercado entre particulares, lo cual deja sin efecto las restricciones del Decreto 292 de 2011. Además se prioriza la oferta estatal de bicicletas, incluidas las eléctricas, con precios sin fines recaudatorios. No obstante, se mantiene el acoso a taxis, bicitaxis y coches con tracción animal, garantía real del transporte de los cubanos.
En cuanto a los servicios sociales, se proyecta mantener niveles similares a los dos últimos años “bajo la premisa de resguardar la educación, la salud pública y la asistencia social, partiendo de alcanzar mayor eficiencia y efectividad”, aunque no se mencionó aumento de las ínfimas pensiones. Asimismo el vicepresidente Murillo se refirió a la intención de continuar aumentando la exportación del sector de la salud para garantizar la sostenibilidad del sistema y aportar a la economía nacional, junto a intensificar la atención médica en Cuba, los servicios académicos y docentes, otros asociados a productos ópticos, farmacéuticos y de la medicina natural y tradicional, y eventos científicos. Seguramente para ello no se utilizarán las depauperadas instalaciones, con ausencia de personal sanitario, que pululan por el país. Además, acerca del comercio exterior trató sobre la promoción de empresas y alianzas, que propicien el mejor posicionamiento de los intereses de Cuba en los mercados externos.
Sobresale el anuncio de Murillo de que en los próximos dos años se realizarán las tareas más técnicas y complejas en la aplicación de la política económica, y el énfasis en procurar confianza de los cubanos en el proceso de unificación monetaria, mientras alertaba que la eliminación de la doble moneda no solucionará los problemas del país, pues se requieren medidas a nivel de toda la economía, enfocadas hacia el aumento de la producción y la productividad, según se escuchó en la televisión.
En tal sentido, el presidente Raúl Castro durante su discurso en la clausura de la Asamblea Nacional el 21 de diciembre precisó que el cronograma para la unificación monetaria y cambiaria tiene el propósito de ir creando las condiciones para el incremento de la eficiencia, medir adecuadamente los hechos económicos y estimular a las ramas que generen ingresos por exportación o sustituyen importaciones. También aseguró que “por sí misma no constituye una solución mágica, pero sí contribuirá de manera decisiva a mejorar el funcionamiento de la economía y la edificación de un socialismo próspero y sostenible, menos igualitario y más justos, lo que en definitiva propiciará mayores beneficios a todos los cubanos”. Sin embargo no aclaró como lograrlo ni para cuándo será.
© cubaencuentro
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