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Actualizado: 15/04/2024 23:17

Defunciones, Epidemia, Vacunas

La muerte de mi papá no enturbiará los resultados de nuestras vacunas

Mi papá se había vacunado con Abdala entre septiembre y octubre

Mi papá, José Raimundo Barrenechea, murió al amanecer del pasado 13 de diciembre. Murió de covid, a pesar de que la causa de muerte con la cual lo registraron no fue esa. De hecho, su certificado de defunción no la incluye. Mucho menos se lo incluyó en los partes del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

Estaba ingresado en la sala de cuidados intensivo del hospital militar de Santa Clara, con esa enfermedad, desde el 1º de diciembre. Todo parece indicar que no se le hizo la prueba correspondiente al momento de su deceso.

Yo no me encontraba en ese momento en Villa Clara. Por lo que muy convenientemente, para las autoridades sanitarias, no pude hacer las gestiones para recuperar sus restos. Había venido a La Habana en un viaje de la ida por la vuelta, a poner cosas en orden, y buscar ropa, dinero, en previsión de un largo internamiento hospitalario y una muy remotamente probable mejoría.

Me avisaron a las 6 y 20 de la mañana. A pesar de no haber muerto de covid, según las autoridades sanitarias, no permitieron velarlo e impusieron un rápido entierro. Lo enterraron en el cementerio de Encrucijada mis parientes, ya que ni sepultureros había, a las 11 y 10 de la mañana. Yo no pude asistir: a esa hora me encontraba en camino de La Habana a Santa Clara.

Mi papá se había vacunado con Abdala entre septiembre y octubre. Había cumplido hacia mucho con los 14 días posteriores a la última vacuna, tras los cuales el medicamento alcanza su máximo potencial inmunológico. Por suerte, al no ser de covid, su muerte no afectará los registros de efectividad de esa vacuna.

Era un hombre bueno, despojado de ambiciones y de odios. Sin embargo, siempre fue muy crédulo ante el régimen. Creía sin asomo de dudas, por ejemplo, en los partes del Doctor Durán, o en los resultados de eficacia de las vacunas cubanas de los que suele presumir el señor dictador designado, Miguel Díaz-Canel, alias El Singao.

© cubaencuentro

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