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Economía, Pobreza, Cambios

Los derechos humanos que el gobierno cubano no respeta (I)

Según el índice del PNUD, todos los cubanos que cobren 900 pesos mensuales o menos están en la extrema pobreza

En los Informes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH), Cuba aparece en el nivel 59 del conjunto de 187 países analizados. Los tres parámetros que conforman el índice son salud, educación e ingreso.

Los índices de salud se miden por la mortalidad infantil y la esperanza de vida al nacer, los de educación, el nivel de instrucción promedio de la población. Si nos atenemos a las cifras de ingreso dadas por el gobierno cubano, el per cápita anual de ingresos es de 5.539 dólares, lo cual significa que ¡el salario promedio en Cuba es de 461,58 dólares mensuales! Aquí ya tenemos la distorsión de los datos “promedio” pues dados en dólares además, esconden la real relación de ingresos en pesos cubanos y en CUC (moneda convertible) y la proporción de asalariados que cobran en pesos cubanos y los que cobran en CUC.

Aceptemos incluso que es aproximativo, pero para conocer los niveles de desigualdad que esconden semejantes cifras, nos remitimos a los datos del profesor Mesa-Lago[1] que aunque no lleguen hasta 2012, nos dan una visión del crecimiento vertiginoso de las desigualdades. No obstante, otro dato interesante que nos ofrece el profesor, es la reducción del 78 % de los subsidios entre 2006 y 2011.

Falta preguntar al gobierno cubano los resultados de sus políticas de compensación, frente a esta caída de sus subvenciones a los sectores que están muy por debajo del mínimo de ingreso reconocido por el PNUD.

El dato básico del PNUD para declarar el nivel de pobreza crítica o extrema es que los ingresos per cápitas sean por debajo de un dólar, veinticinco centavos diarios[2]. ¿Qué porciento de la población cubana recibe 38 dólares o por debajo de esa cifra cada mes como ingreso per cápita? Todos los que reciben 900 pesos (CUP) o menos están en la extrema pobreza.

Dudo con este “juego” de cifras desinformadoras por su propia conformación, que el gobierno cubano haya cumplido el objetivo del Milenio de reducir a la mitad la pobreza extrema y la desnutrición, si nos atenemos a los salarios nominales de la inmensa mayoría de la población. Si de lo que se trata es de medir el salario real, entonces los niveles de pobreza extrema se incrementarían exponencialmente al compararlos con el valor de la canasta básica popular y se demostraría la precariedad nutricional de la inmensa mayoría de la población.

La educación y la salud no son gratuitas, como afirma el gobierno

Los contratos colectivos de trabajo, —los comunes en las empresas estatales— dejan claro que se le descuenta al trabajador mensualmente el 33 % de su salario. El 11 % para sufragar los gastos del estado en educación, el 11 % para sufragar los de la salud y el otro 11 % para sufragar los gastos de la seguridad social. Si los salarios miserables que paga el estado a sus asalariados no le permite tener una recaudación sustantiva con el 33 % de descuentos, el problema no es responsabilidad de los trabajadores.

Pero estos servicios no son para nada gratuitos, los han venido pagando todos los trabajadores cubanos durante toda su vida laboral y varias generaciones de cubanos. Lo más penoso del asunto es que todos los “líderes sindicales” del país desde la base hasta los “cuadros nacionales” de la CTC saben perfectamente este descuento mensual del 33 % a los trabajadores y se quedan callados y sumisos frente al discurso oficial de la gratuidad de los servicios de educación y salud.

Las pensiones en Cuba no superan los 8,3 dólares al mes como promedio, lo cual nos dice que por debajo de esa cifra también hay muchísimos retirados que tienen un ingreso por debajo de 200 pesos cubanos al mes, de manera tal que sólo los pensionados en Cuba que significan más del 16 % de la población total del país, según el último censo de población y vivienda del 2012, están muy por debajo del nivel de pobreza crítica que establece el ingreso mínimo per cápita del PNUD.

¿Cuál fue la mitad de desnutrición y pobreza extrema eliminada por el gobierno que proclama su cumplimiento de los objetivos del Milenio? Las cifras no se pueden consultar ni deducir pues son un secreto, un asunto de “Seguridad del Estado”. Nos tenemos que conformar con las declaraciones de Granma y la felicitación de la FAO al gobierno; ¿y las cifras?

La falta de información y la falta de transparencia del gobierno cubano, son dos derechos humanos que no respeta el gobierno cubano. Pero la imagen que da sobre los derechos sociales distan abismalmente de la realidad. Nada dice el gobierno sobre el déficit de médicos cubanos en la Isla por la cantidad que envía a misión en el exterior como principal rubro de exportación. Nada dice del déficit de medicinas ni de las condiciones paupérrimas de los hospitales para la población —no incluyo las clínicas especiales para los dirigentes y extranjeros. Nada dice de las condiciones de las escuelas, ni del salario irrisorio de los maestros y profesores.

Ya vendrán muchos a explicarnos que el bloqueo de EEUU, es el causante de los salarios miserables de los trabajadores cubanos, porque las políticas económicas del gobierno cubano han sido eficientes o con algunos errores porque humano es errar, pero es el bloqueo el causante de todo. También el bloqueo/embargo impidió la eficiencia de la utilización de los recursos durante treinta años de subsidio soviético.

El bloqueo/embargo inhibe la publicación de las cifras y también justifica que se le mienta a la población proclamando la gratuidad de los servicios de educación y salud. También justifica que el canciller Bruno Rodríguez Padilla “haga cuentos de hadas” al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre el estado de los derechos humanos en Cuba y su negativa a las inversiones que no sean “millonarias”, son frutos del bloqueo/embargo.

Frente a todas esas justificaciones exteriores a las responsabilidades del gobierno nacional, sólo nos queda dos soluciones posibles: o arrancamos la Isla de la base de coral en el cual está afincada y antes claro, sometemos a referéndum popular adónde nos vamos a situar como territorio en el mapamundi, —seguro que cerquita del gigante Chino o del autócrata Putin, según los gustos de los actuales gobernantes y así no nos afecta el bloqueo/embargo— o cambiamos al gobierno de turno para que otro elegido libremente, y que esté dispuesto a asumir sus responsabilidades rinda cuentas por su falta de pasos constructivos para propiciar el levantamiento del bloqueo/embargo y por los servicios sociales —hoy demasiado precarios— que el actual gobierno se ufana en declarar “gratuitos y que no hay nadie desamparado en el país”; una broma de muy mal gusto que dura demasiado tiempo.

Yo ya voté por la segunda opción, ¿y usted?


© cubaencuentro

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