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Guillermo Rigondeaux

La esposa de Rigondeaux espera que el deportista no sufra represalias

'Él se puede haber equivocado, pero no ha matado a nadie, no ha puesto ninguna bomba ni es un terrorista', dijo Farah Colina.

Farah Colina, esposa del boxeador cubano Guillermo Rigondeaux, confía en que las autoridades cubanas no tomen represalias contra su marido, que será deportado por Brasil tras escapar de la delegación cubana durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, informó EFE.

"No tiene por qué haber represalias. Él se puede haber equivocado, pero no ha matado a nadie, no ha puesto ninguna bomba ni es un terrorista", dijo Colina.

Las autoridades brasileñas informaron este viernes que Rigondeaux y el también boxeador Erisandy Lara serán enviados a Cuba apenas el gobierno cubano facilite documentos y pasajes correspondientes.

Rigondeaux, de 26 años y doble campeón mundial y olímpico en peso gallo, y Lara, de 24 y campeón mundial de la categoría welter, no se presentaron al pesaje de sus respectivas competiciones el pasado 22 de julio y estuvieron "desaparecidos" desde ese día hasta que fueron detenidos este jueves cerca de Río de Janeiro.

El día 23, en una de sus habituales "reflexiones", Fidel Castro confirmó la fuga y acusó de "traición" a los boxeadores y a otros dos miembros de la delegación cubana que también escaparon.

Castro afirmó que no existía "justificación" para que solicitaran asilo político en Brasil, lo que nunca hicieron, según se ha informado desde ese país.

"Yo me enteré por la reflexión, no sabía nada y todavía no puedo entender cómo pasó. No sé si le llenaron la cabeza de cosas, no sé, no lo puedo entender porque teníamos dificultades económicas (...) pero él siempre ha tenido humildad, sencillez y modestia", dijo Colina, de 31 años, y explicó que apenas ha podido conversar en una oportunidad con Rigondeaux en todo este tiempo.

Fue una llamada con mucho ruido que, al menos, le sirvió para saber que estaba bien y despejar las dudas de que le hubieran "secuestrado".

"No sé qué le sucedió, él hablaba mucho, decía que veía a mucha gente que quería irse y que no sabe el trabajo que se pasa, que él veía niños trabajando en las calles así de la edad del nuestro", relató la mujer, que tiene un hijo de cinco años con Rigondeaux.

Colina reconoció que la pareja atravesaba dificultades "económicas y otras" y que "pasaban cosas" que no especificó, pero dijo estar segura de que no hubieran ocurrido si Fidel Castro las hubiera conocido.

"Creo que ahora deberían reflexionar para saber por qué pasó esto, porque si no va a pasar más veces", añadió, sin dar detalles, según EFE.

Aseguró que su marido, considerado el boxeador más importante en la actualidad en Cuba, siempre ha estado "muy agradecido a la revolución y a Fidel", pero agregó: "todos tenemos necesidades económicas".

Colina dijo que no sabe si Rigondeaux va a poder volver a boxear, pero afirmó que lo importante es saber que va a estar en Cuba con ella y con su hijo.

Comentó que tras la fuga, las autoridades cubanas le dijeron que estuviera tranquila y que "todo iba a estar bien", aunque se llevaron el auto que el Estado le había otorgado al boxeador.

"Eso no es problema porque eso normalmente siempre se hace, fue un regalo que le hicieron. Yo entiendo que eso se haga", afirmó.

"Esa decisión que él tomó me afectó, porque nunca pensé que él iba a hacer eso", subrayó colina, aunque agregó que ha oído que su marido se ha arrepentido y, para ella, eso le hace "más hombre, porque no se ha escondido" y va "a encarar las dificultades".

"Estoy segura de que no va haber represalias", insistió.

© cubaencuentro

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