El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo el viernes que las autoridades de su país detuvieron el jueves por la noche un ciudadano salvadoreño, al que identificó como Francisco Chávez Abarca y vinculó “con el terrorista Luis Posada Carriles”, informó el diario español El Mundo.

En una intervención en un acto retransmitido en cadena obligatoria de radio y televisión, Chávez afirmó que el individuo fue capturado en el aeropuerto de Maiquetía, con un pasaporte falso, y dijo que era buscado por Interpol por aparentes actos de “terrorismo”.

Se trata de “un terrorista entrenado” que, en la lista de “código rojo” de la Interpol, figura como autor de la fabricación y de la colocación de bombas en varios países, entre ellos en Cuba, añadió el gobernante.

Según Chávez, el detenido pasó a un estado de “pánico” al ser descubierto.

La página en internet de Interpol explica que un “código rojo” no es una orden de arresto internacional sino una advertencia de que es buscado para extraditar a su país, sea para ser encausado o cumplir una sentencia.

No está claro si el individuo integra la lista policial a pedido de Cuba ni el presidente venezolano aportó datos que lo vinculen con Posada Carriles.

“Cayó Chávez, sí, pero no yo”, bromeó el presidente, tras preguntarse sobre qué pretendía hacer el salvadoreño en Venezuela y sobre quiénes lo contrataron.

“Debe ser uno de los salvadoreños que estaba con el terrorista Luis Posada Carriles en Panamá, cuando pretendieron atentar contra Fidel Castro”, añadió el presidente venezolano.

El verano de 1997, varias instalaciones hoteleras de la capital cubana fueron sacudidas por violentas explosiones. En una de ellas murió un turista italiano.

En una entrevista posterior concedida a The New York Times, Posada Carilles asumió la autoría intelectual de los atentados aunque días después se retractó, en medio de protestas de miembros del exilio cubano por la divulgación de la entrevista.

Hace más de 10 años que en La Habana se encuentran presos dos salvadoreños, uno de ellos condenado a muerte, y una pareja de hondureños, sentenciados por la participación en la ola de atentados.

Tras remarcar que “aquí en Venezuela no se tortura a nadie”, reveló que “mandó” a decirle al detenido que la justicia venezolana preveía atenuantes en caso de colaboraciones de los detenidos con los investigadores.

Chávez aprovechó para reiterar que su homólogo estadounidense, Barack Obama, debe extraditar a Venezuela al cubano-venezolano Luis Posada Carriles, a quien llama el “mayor terrorista del continente”.

El gobernante venezolano recordó que se han cumplido cinco años desde que su Gobierno formalizó su petición a Washington para tal extradición, pero que ni siquiera ha recibido una respuesta.

Posada Carriles, un ex agente de la Central de Inteligencia Americana (CIA), de 82 años, está acusado por Venezuela de ser el responsable, entre otros delitos, del atentado con explosivos del 6 de octubre de 1976 contra el vuelo 455 de la compañía Cubana de Aviación, en el que murieron sus 73 ocupantes.

En la actualidad, Posada Carriles se enfrenta en Estados Unidos a un proceso judicial por los delitos de ingreso ilegal a Estados Unidos, mentir a un funcionario de inmigración y ocultar su estancia en el país.

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