Ir al menú | Ir al contenido

Actualizado: 25/04/2024 19:17

Brasil

Comienza la campaña para las presidenciales con Lula como favorito

La campaña será austera, por decisión de los políticos y del Tribunal Electoral, que pretenden acabar con las denuncias de corrupción y de financiación ilegal.

La campaña para las elecciones generales del 1 de octubre en Brasil, comienza este jueves con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva como favorito frente a su principal rival, Geraldo Alckmin, quien buscará la vuelta de la socialdemocracia al poder.

Ambos candidatos se juegan una difícil gobernabilidad en un Congreso, que será parcialmente renovado tras más de un año de denuncias de corrupción, informó la AFP.

La campaña debe ser la más restringida y sobria de la historia, por decisión de los políticos y del Tribunal Electoral, que pretenden acabar con la lacra de las denuncias de corrupción y de financiación ilegal que afectaron sobre todo al gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) de Lula y se extendieron a numerosas fuerzas en el Congreso.

Están prohibidos a partir de este jueves los elementos más tradicionales de la campaña: camisetas y gorras con el nombre de los candidatos, propaganda en la calle y hasta la participación en los mítines de cantantes y famosos, que eran el principal llamado al elector. Además, las cuentas de los candidatos serán férreamente controladas.

El ex sindicalista Lula, de 60 años, lleva la delantera en la carrera presidencial con el 45% de las intenciones de voto, suficiente para ganar en la primera vuelta.

El fuerte de Lula es su popularidad, sobre todo entre los más pobres, que le dan entre el 58% y el 61% de favoritismo, revelan las encuestas.

La alianza de Lula la integran el PT, el minoritario Partido Comunista do Brasil (PCdoB) y el recién creado Partido Republicano de Brasil (vinculado a los evangélicos) del vicepresidente conservador José Alencar, con quien repite la fórmula.

El principal adversario de Lula, Geraldo Alckmin, de 53 años, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), acaba de levantar cabeza en las encuestas, que le dan del 29% al 32% de las intenciones de voto, que en mayo eran del 22%.

La principal arma de este médico anestesista, que gobernó el industrial estado de Sao Paulo desde 2001 hasta marzo pasado, es la alianza que lo apoya, integrada por dos de los cuatro mayores partidos del país: el PSDB que gobernó Brasil con el presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) y el derechista Partido del Frente Liberal (PFL).

Otros 5 candidatos de partidos menores están en la carrera presidencial, liderados por Heloisa Helena, una senadora expulsada del PT por criticar la política económica conservadora de Lula y que tiene el 6% en las encuestas.

En los comicios —con primera vuelta convocada para el 1º de octubre y una eventual segunda para el 29— los brasileños elegirán un presidente y a los gobernadores de los 27 estados, y renovarán la totalidad de la Cámara de Diputados (513 escaños) y un tercio del Senado (27 de 81 escaños), además de los parlamentos regionales.

"La perspectiva (con el inicio de la campaña) es una rápida polarización entre los candidatos presidenciales con más recursos", Alckmin y Lula. La atención debe pasar luego "a los estados y a la búsqueda del poder en el Congreso", dijo el director del Instituto Brasileño de Estudios Políticos (IBEP), Walder de Goes.

"Ni Alckmin ni Lula conseguirán asumir la Presidencia con una mayoría tranquila y amplia en el Congreso", declaró a la AFP Ricardo Ribeiro, analista de MCM Consultores.

Según Ribeiro, Alckmin "tiene una ligera ventaja (para asegurar la gobernabilidad) porque lo apoyan dos de los cuatro mayores partidos del país; a Lula lo apoya uno, el PT, cuya presencia en el Congreso se espera que disminuya en estas elecciones", debido a las denuncias de corrupción.

Las denuncias no parecen haber afectado la popularidad de Lula —a pesar de que sus principales ministros tuvieron que renunciar en el último año— pero se estima que impactaron en su partido.

© cubaencuentro

Subir