El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, instó este martes a la población de su país a formar comités de defensa de su gobierno, tras decir que su administración, pese a tener apoyo popular, es vulnerable a ataques de grupos del poder económico, informó EFE.

Correa, durante una intervención en el multitudinario festejo popular en el estadio Atahualpa, de Quito, que culminó los actos de su segunda investidura consecutiva, aseguró que en esta nueva etapa impulsará estructuras sociales de defensa de su proyecto político.

Acompañado en la tarima por Raúl Castro y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, así como por el depuesto gobernante de Honduras, Manuel Zelaya, Correa dijo que su proyecto, al que denomina "revolución ciudadana", tiene "un inmenso capital político, pero que no se traduce en estructuras organizadas ni movilizadas".

Por esa razón, apuntó el gobernante, "somos vulnerables, podemos ser fácil presa de grupos pequeñitos, pero de gran poder económico, informativo y hasta religioso".

Ante la posibilidad de esos riesgos, Correa instó a la población a "crear en cada casa un comité revolucionario, en cada barrio un comité de defensa del Gobierno nacional y de la revolución ciudadana, para estar preparados frente a esos que quieren desestabilizarnos".

Ahora "estamos mucho mejor" preparados que el 15 de enero de 2007, cuando inició su primer periodo en el poder, opinó Correa, aunque dijo: "No nos engañemos, los enemigos del cambio saben que no estamos jugando".

"¡Atentos!. Ya no somos tan ingenuos como hace 30 meses, pero los enemigos de la revolución tampoco lo son y, cuidado, no hay sólo enemigos nacionales sino también internacionales", arengó Correa.

Según él, "saben los imperios (oligarquías poderosas del mundo) que se les está yendo de las manos América Latina y, por eso comienzan, en su desesperación, al no poder vencernos en las urnas, a recurrir a los mismos métodos de siempre, que creíamos superados" en la región.

"Brutales, burdos, torpes golpes de Estado como en Honduras, campañas difamatorias como la de Colombia hacia el gobierno ecuatoriano", son parte de la respuesta de los grupos de poder, añadió Correa.

Coincidió con su colega venezolano al advertir que la extensión del pacto militar que Colombia adelanta con Estados Unidos, podría, aparentemente, desestabilizar la paz en la región, al incluir el uso de bases militares colombianas, por parte de soldados estadounidenses.

"Tengan claro que lo que sucede no es fortuito; lo de las bases militares en Colombia es gravísimo, es una provocación, se quiere guerra en América Latina", dijo el mandatario ecuatoriano.

Los grupos poderosos, insistió, "están desesperados" y "nuestra responsabilidad histórica es organizarnos", insistió Correa, que volvió a repetir que su proyecto, según él, revolucionario, "es irreversible, nada ni nadie lo podrá parar".

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