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Actualizado: 17/05/2024 12:58

Bolivia

El diálogo entre el gobierno y la oposición concluye sin acuerdos

El diálogo que buscaba una salida a la prolongada crisis política de Bolivia concluyó el domingo sin acuerdos debido a divergencias entre el gobierno de Evo Morales y los gobernadores opositores autonomistas, informó la AP.

A pesar de las posturas encontradas, la reunión concluyó el domingo en la noche tras 12 horas de deliberaciones con un apretón de manos entre el presidente Morales y los opositores, algo impensable hace dos semanas, cuando estalló la crisis en cuatro regiones rebeldes con violentas protestas que dejaron 15 muertos.

Las partes dejaron claro en una rueda de prensa por separado que las discrepancias —respecto al proyecto constitucional que impulsa el mandatario y los alcances de la autonomía regional que demandan los prefectos (gobernadores) opositores— impidieron la firma de un pacto.

"No se concretó acuerdo en ninguno de los puntos; el trabajo no está completo, hay divergencias en todos los temas", dijo el portavoz de los prefectos opositores, Mario Cossío.

Cossío dijo que los líderes de cuatro regiones opositoras no han visto colmados sus planteamientos para una "autonomía plena", pero destacó como avance la apertura de las partes.

El ministro de Desarrollo Rural, Carlos Romero, informó a nombre del gobierno que todos los planteamientos de las regiones opositoras en torno a las autonomías "han sido recogidos suficientemente", y aseguró que si no hubo un acuerdo final, fue "por estratagema" política de los opositores.

Señaló que el próximo paso será buscar acuerdos en el Congreso Nacional para convocar la consulta sobre el proyecto constitucional que impulsa el mandatario.

"Habrá referendo, tiene que haber porque eso manda la ley. El referendo será convocado por el Congreso y habrá que buscar acuerdos en ese escenario", dijo, pero los opositores advirtieron que no respaldarán la consulta si previamente no se discuten otros temas del proyecto y si no se hace una auditoría al padrón electoral.

Romero explicó que el avance es que el gobierno aceptó muchas de las demandas sobre competencias autonómicas para las regiones, incluyendo un legislativo regional.

Las negociaciones se desarrollaron bajo la mirada de observadores de la Organización de los Estados Americanos, la Unasur y la Unión Europea, así como delegados de instituciones nacionales.

El oficialismo domina la Cámara de Diputados y la oposición el Senado. Ambos han sido actores secundarios en el diálogo, pero la batalla política en el legislativo podría ser decisiva.

De no haber acuerdos, la situación volvería a complicarse, ya que sindicatos campesinos y movimientos afines al gobierno anuncian una marcha desde el 13 de octubre hacia La Paz para "cercar el Congreso" y obligar a la aprobación de un referendo constitucional posiblemente en enero.

En un encuentro con sindicalistas afines, Morales vaticinó el sábado por la noche que tras la aprobación de la nueva Constitución, en junio del 2009 podría haber nuevas elecciones nacionales y otro Congreso con mayoría oficialista para "continuar el proceso de cambio".

"Si no me equivoco hermanos y hermanas, el próximo parlamento (Congreso) vamos a ser mayoría absoluta", dijo en reunión del Consejo Nacional por el Cambio (Conalcam), que lo respalda.

La batalla política no parece estar centrada ahora tanto en las autonomías como en el proyecto constitucional que propone la reelección presidencial.

© cubaencuentro

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