La organización humanitaria internacional Human Rights Watch (HRW) denunció este martes que las fuerzas rebeldes sirias han cometido graves abusos contra los Derechos Humanos, en particular ejecuciones, secuestros y torturas, contra elementos de las fuerzas de seguridad, partidarios del Gobierno y supuestos miembros de las milicias paragubernamentales ‘shabeeha’, reportó Europa Press.

En carta remitida al Consejo Nacional Sirio y a otros grupos de la oposición, HRW explica que los testimonios indican que algunos de estos abusos han sido cometidos contra los grupos religiosos chiíes y alauíes por su supuesta complicidad con la política del Gobierno.

“Las tácticas brutales del Gobierno sirio no pueden justificar los abusos de los grupos armados de oposición”, advirtió la directora para Oriente Próximo de Human Rights Watch, Sarah Leah Whitson. “Los líderes de la oposición deben dejar claro a sus partidarios de que no deben cometer torturas, secuestros ni ejecuciones bajo ninguna circunstancia”, precisó.

“Human Rights Watch ha documentado y condenado reiteradamente las generalizadas violaciones de los Derechos Humanos cometidas por las fuerzas del Gobierno sirio, incluidas las desapariciones, el uso creciente de la tortura, las detenciones arbitrarias y el bombardeo indiscriminado de barrios”, aseguró la organización en su comunicado.

Muchos de los abusos registrados por HRW aparentemente no han sido cometidos por grupos opositores integrados en la estructura de mando del Consejo Nacional Sirio. “No obstante, la dirección de la oposición siria tiene la responsabilidad de hablar claro y condenar estos abusos”, advirtió Human Rights Watch.

De acuerdo con la nota de Europa Press, el pasado 1 de marzo, el Consejo creó una oficina militar encargada de unificar y supervisar a los grupos armados de oposición, incluido el Ejército Libre Sirio.

“Es imprescindible que los elementos armados de la oposición siria respeten los Derechos Humanos” para “dejar claro que su objetivo es pasar página a los abusos de la época de (el presidente sirio, Bashar) Al Assad y acoger a todos sin discriminaciones, al margen de su religión o de su pasado”, advirtió Whitson.

Crece el conflicto

HRW recordó que el movimiento de protestas antigubernamentales había sido básicamente pacífico desde su comienzo, en marzo de 2011, hasta el pasado mes de septiembre, pero desde entonces, un creciente número de militares desertores y otros habitantes del país han decidido tomar las armas para defenderse de las fuerzas gubernamentales.

Los combates se han intensificado desde el pasado mes de febrero, cuando el Gobierno de Al Assad emprendió una ofensiva militar de gran escala contra los baluartes de la oposición armada en todo el país, concluye la nota.

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