Kim Jong-Il está probablemente hospitalizado, dice el primer ministro japonés
El dirigente norcoreano Kim Jong-Il se encuentra probablemente hospitalizado, aunque todavía puede tomar decisiones, afirmó este martes el primer ministro japonés, Taro Aso, citando un informe de servicios de inteligencia, reportó la AFP.
Japón dispone "de informaciones según las cuales (Kim) está probablemente en el hospital", declaró Aso ante el Parlamento japonés.
"Su estado de salud no es muy bueno. Pero no creemos que sea incapaz de tomar decisiones", destacó.
La salud de Kim Jong-Il y su sucesión son objeto de numerosos rumores desde que el 9 de septiembre se ausentara del gran desfile que conmemoró el aniversario 60 del régimen comunista de Pyongyang.
Las autoridades estadounidenses y surcoreanas estiman que Kim fue víctima de un ataque cerebral, pero que sigue al mando del país.
La cadena japonesa Fuji TV afirmó el lunes que un cirujano francés había partido hacia Corea del Norte para atender a quien en lenguaje oficial norcoreano es designado como el "querido líder". Aso dijo estar al corriente de este reportaje.
"También sabemos que el médico francés partió a Pekín después" de haber sido contactado en París por el primogénito del dirigente norcoreano, Kim Jong-Nam, agregó.
El primer ministro se negó a especificar a qué país pertenecía el servicio de inteligencia que proporcionó la información y se limitó a comentar: "Hoy en día obtenemos información de numerosos sectores".
Aso es conocido por ser una voz muy crítica con Corea del Norte y por realizar declaraciones muy poco diplomáticas sobre la situación de ese país.
Las conjeturas sobre la salud de Kim llegan después de que Corea del Norte reanudara el desmantelamiento de sus centrales nucleares una vez que Estados Unidos sacara a ese país de la lista de países que apoyan al terrorismo.
Haruki Wada, profesor emérito de la Universidad de Tokio, dijo que la población de Pyongyang parece estar tranquila a pesar de los rumores internacionales sobre la salud de Kim.
"Sinceramente creo que Kim Jong-Il está enfermo. Sin embargo, al ver que ha sido capaz de dar instrucciones en las negociaciones con Estados Unidos, llego a la conclusión de que su estado de salud no es tan grave", dijo Wada en una conferencia de prensa.
"Claro que el régimen está ocultando información a la población. Pero todo el mundo (en Pyongyang) sabe que Kim Jong-Il no fue al desfile del 9 de septiembre", indicó en el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón.
Wada y otro profesor asociado de la Universidad de Tokio, Tadashi Kimiya, visitaron Pyongyang del 18 al 22 de octubre en un grupo privado, con el objetivo de normalizar las relaciones entre Japón y Corea del Norte.
El experto consideró que la Comisión Nacional de Defensa norcoreana tomaría el mando en caso de que su líder no fuera capaz de cumplir sus funciones.
"Si Kim Jong-Il muere, estoy seguro de que la Comisión se hará cargo de sus responsabilidades. El régimen no colapsará", añadió Wada.
Subrayó que parecía difícil imaginar que alguno de los hijos de Kim le suceda, ya que ninguno de ellos ha ejercido función alguna en el Partido de los Trabajadores o en el ejército, y Kim tampoco ha hecho ningún esfuerzo concreto para promocionarles.
Kim remplazó a su padre, Kim Il-Sung, cuando este murió en 1994, dando lugar a la primera dinastía comunista del mundo.
En el contexto de estas especulaciones, Corea del Norte advirtió el martes que su Ejército actuará con "determinación" si Corea del Sur persiste en su actitud de "confrontación", permitiendo que militantes surcoreanos envíen desde la frontera miles de octavillas atadas a globos.
"Mejor sería que las autoridades fantoches (surcoreanas) tengan en mente que nuestros ataques preventivos reducirán todo a escombros y no sólo prenderán fuego", amenazó el Ejército norcoreano en un comunicado.
De acuerdo con Reuters, en una inusual ronda de conversaciones militares, el lunes, Corea del Norte se quejó de los panfletos mientras activistas surcoreanos enviaron una nueva tanda de 100.000, a pesar de que Seúl les advirtió que no lo hicieran.
Los panfletos de grupos surcoreanos llegan a Norcorea desde hace años. Algunos analistas dijeron que los más recientes fueron particularmente sensibles porque mencionaron un tema tabú: la salud de Kim Jong-il.
Corea del Norte no amenazó a Surcorea durante el tiempo en que recibió de su vecino un flujo constante e incondicional de ayuda, bajo presidentes liberales que gobernaron 10 años, antes del mandato de Lee Myung-bak.
Pero ahora ha desatado una tormenta de insultos contra Lee, que quiere condicionar la asistencia al progreso del Norte en el proceso de desarme nuclear. Pyongyang no sólo lo llama un traidor a la nación, sino que hace alrededor de seis meses amenazó con reducir a Corea del Sur a cenizas.
Algunos expertos dijeron que el ataque retórico de Norcorea podría indicar que su paciencia se estaba acabando y plantearon la posibilidad de que decida provocar algún tipo de incidente con Corea del Sur.
"Corea del Norte podría aprovechar un pequeño accidente o una intrusión no intencional por tierra o mar para generar un choque militar localizado, que en última instancia impondría una grave amenaza a la seguridad en toda la península coreana", dijo Koh Yu-hwan, experto de la Universidad Dongguk en Seúl.
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1 Comentarios
1 by El anticomunista (Usuario no autenticado) 29/10/2008 10:40
Dicen que "CON IL FOU", esta "fou" o es "fou" "il est bien fou", que yo sepa, y desde buen rato deberia haber estado hospitalizado...