La Asamblea General de la ONU aprobó hoy una resolución que muestra “su profunda preocupación” por la situación de deterioro de los derechos humanos en Corea del Norte, donde “persisten” las violaciones graves de los principios fundamentales.

La Asamblea aprobó esa resolución, copresentada por 48 países, por 112 votos a favor, 55 abstenciones y 16 en contra, entre estos últimos los de China, Rusia, Cuba, Irán, Sudán o Venezuela.

A través de esa resolución, aprobada por una amplía mayoría de esa cámara multilateral, se pide al Gobierno norcoreano que “ponga fin de inmediato a las violaciones graves y sistemáticas” de los derechos humanos, además de proteger a sus habitantes y llevar a los responsables de esos delitos ante “tribunales de justicia independientes”.

En el documento se indica que pese a que Corea del Norte se somete ahora a la revisión periódica universal que realiza el Consejo de Derechos Humanos (CDH), con sede en Ginebra (Suiza), hay una “grave preocupación” por el rechazo del Gobierno de ese país a poner en práctica las recomendaciones que se le han hecho al respecto.

Asimismo, se subraya como otro elemento de preocupación que el Gobierno de Pyongyang no haya autorizado todavía a que un relator especial de la ONU haga una visita al país y se entreviste con las autoridades nacionales, que siguen sin presentar un informe detallado sobre la situación de los derechos humanos.

La ONU se declara así “profundamente preocupada por la persistencia de informaciones sobre violaciones graves, sistemáticas y generalizadas de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales en Corea del Norte”.

En concreto, el documento apunta a que en el país asiático se practica “la tortura y otros castigos o tratamientos crueles, inhumanos o degradantes”, entre los que incluyen condiciones inhumanas para los detenidos, así como ejecuciones públicas, detenciones extrajudiciales y arbitrarias, además de una ausencia de procedimientos regulares de justicia, entre otros.

También se hace referencia a la imposición de la pena capital por motivos políticos o religiosos, así como a las limitaciones para circular en el interior del país o viajar al exterior, a la situación de los refugiados y demandantes de asilo, o a las “graves y múltiples restricciones impuestas a la libertad de pensamiento, conciencia, religión, expresión, reunión pacífica y asociación”.

A ello añaden la inquietud de la comunidad internacional por el secuestro de extranjeros “bajo la forma de desapariciones forzadas, lo que constituye una violación de los derechos humanos de nacionales de países soberanos”.

Por ello insta al Gobierno norcoreano a “resolver con rapidez esas cuestiones” y a hacerlo de forma “transparente”, así como la liberación inmediata de las personas en esa situación.

La situación humanitaria de Corea del Norte, y en especial los problemas de malnutrición que sufre su población, es otro elemento de inquietud para la mayoría de los países de la ONU.

Además de haber sufrido catástrofes naturales que afectan a las cosechas, el país asiático tiene deficiencias estructurales de producción agrícola agravadas por las restricciones a los alimentos que imponen sus autoridades.

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