Cerca de 100 monjes tibetanos fueron arrestados o se entregaron a la policía china el domingo, luego de que cientos de manifestantes atacaron una jefatura policial en el noreste del país, informó la prensa controlada por el gobierno, reportó la AP.

La protesta pareció ser en represalia por la desaparición de un tibetano que escapó de la custodia policial en la provincia de Qinghai, informó la agencia noticiosa oficial Xinhua.

Fue una de las protestas más grandes durante un mes tenso, en el cual Pekín acrecentó las medidas de seguridad en la región debido a que se cumplen una serie de aniversarios muy importantes para los tibetanos.

Un exiliado tibetano dijo que en la protesta participaron unas 2.000 personas y fue causada, al parecer, por el suicidio de un monje que era investigado por haber desplegado una bandera tibetana.

Xinhua dijo que varios centenares de personas, entre ellas 100 monjes del monasterio de Ragya, atacaron la jefatura policial de Ragya, una población en la prefectura tibetana de Golog, golpeando a policías y empleados el sábado.

Seis personas fueron detenidas por presunta participación en el ataque, en tanto otras 89 personas se entregaron a la policía, informó Xinhua.

Todas las personas que se entregaron, excepto dos, eran monjes, dijo la agencia. La policía estaba buscando a otros monjes que participaron en el ataque, pero que huyeron, dijo Xinhua citando un funcionario local, Ju Kezhong.

La violencia estalló luego que un hombre acusado de respaldar la independencia del Tibet huyó el sábado de una jefatura policial y desapareció, dijo Xinhua.

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