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Actualizado: 18/04/2024 23:36

Diplomacia, Ayuda

Latinoamérica recibe un 12,7 por ciento de la ayuda exterior de China

Entre otros fines, se ha destinado a combatir epidemias (dengue en Ecuador, gripe AH1N1 en México), terremotos (Irán, Haití, Chile), tormentas tropicales (Cuba, Birmania) o inundaciones (Pakistán)

Latinoamérica y el Caribe reciben un 12,7 por ciento de la ayuda exterior de China (que en los 60 años anteriores a 2010 ascendió a 256.290 millones de yuanes, o 39.300 millones de dólares), según desveló este jueves el Libro Blanco que el Consejo de Estado chino ha publicado para detallar estas actividades.

África, con un 45,7 por ciento, es la región que más ayuda recibió por parte de China, seguida de Asia (32,8 por ciento), con pequeños porcentajes para Oceanía (4 por ciento) y Europa (0,3 por ciento, principalmente naciones del Este).

En el documento, donde el gobierno de China promete “hacer esfuerzos para optimizar la estructura de la ayuda exterior”, las autoridades de ese país aseguran que gran parte de esta cooperación son donaciones (106.200 millones de yuanes, o 16.200 millones de dólares).

Otra importante parte (76.540 millones de yuanes, u 11.700 millones de dólares) son préstamos sin intereses, mientras que el resto (73.550 millones de yuanes, u 11.200 millones de dólares) son préstamos a bajo interés, concedidos por el Eximbank, banco estatal gestor de las inversiones chinas en el extranjero.

El libro blanco explica que el primer país en recibir ayuda de China fue Corea del Norte, allá por 1950 (poco después le siguieron las naciones africanas en 1956), y que entre los principios seguidos por el régimen comunista a la hora de ofrecer está cooperación se encuentra el de “no imponer condiciones políticas”.

Las donaciones se dirigen principalmente a la construcción de hospitales, escuelas y viviendas de bajo coste; los préstamos sin interés (a devolver en 20 años, generalmente) suelen concederse para proyectos “para la mejora de la vida de la gente”; y los préstamos a bajo interés (entre un 2 y un 3 por ciento, a 15 o 20 años) suelen tener como destino proyectos de desarrollo de energía o recursos.

En cuanto a los destinos concretos de ayuda, el Consejo de Estado pone como ejemplos la ayuda humanitaria enviada para combatir epidemias (dengue en Ecuador, gripe AH1N1 en México), terremotos (Irán, Haití, Chile), tormentas tropicales (Cuba, Birmania) o inundaciones (Pakistán), así como ayuda alimentaria de emergencia a naciones como Corea del Norte, Nepal o Afganistán.

También destaca la ayuda enviada para la lucha contra el cambio climático, con ejemplos como el desarrollo de energías limpias como biogás (Túnez, Guinea, Vanuatu, Cuba), hidroeléctrica (Camerún, Burundi), solar o eólica (Mongolia, Líbano, Marruecos).

“China es un país en desarrollo con una baja renta per cápita y gran población viviendo en la pobreza, pero pese a ello ha hecho todo lo posible por ofrecer ayuda exterior”, subraya el Libro Blanco, asegurando que esta política “ha promovido a la cooperación sur-sur y el común desarrollo de la humanidad”.

© cubaencuentro

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