El presidente de Bolivia, Evo Morales, declaró persona non grata al embajador estadounidense, Philip Goldberg, a quien acusó de alentar la ola de protestas desatada por opositores a su gobierno y que ha acabado en violencia, informó la AP.

Poco antes explotó un gasoducto en un acto que el gobierno calificó como un "atentado terrorista", realizado por los grupos opositores radicalizados que tomaron campos petroleros.

Varias oficinas públicas fueron saqueadas nuevamente por grupos de opositores, y se produjeron choques entre estos y seguidores del presidente en Tarija.

"Sin miedo al imperio, delante del pueblo, declaro al embajador de Estados Unidos persona non grata y he pedido a nuestro canciller que envíe una nota al embajador haciéndole conocer (la decisión) para que retorne a su país", dijo el mandatario durante un discurso en el palacio presidencial el miércoles.

"No queremos gente separatista", dijo, y aludió al pasado de Goldberg, quien fue diplomático en la desintegrada Yugoslavia.

La embajada estadounidense en La Paz dijo en una declaración que "espera una comunicación oficial, mediante los canales diplomáticos" y añadió que Goldberg "expresó su sorpresa sobre esta inexplicable determinación".

Un vocero del Departamento de Estado norteamericano, Gordon Duguid, declaró que Washington se enteró de la decisión de Morales por la prensa.

"Normalmente esos comentarios son enviados por canales diplomáticos. No hemos recibido aún ningún mensaje a través de las vías diplomáticas. Así que estamos tratando de establecer el propósito de los comentarios del presidente", manifestó Duguid.

Por su parte, el presidente venezolano, Hugo Chávez, elogió la decisión de su colega y amigo Morales.

"¿Quién coordinaba las operaciones del golpe de estado en Venezuela (en el 2002)? La embajada de los Estados Unidos. Lo mismo pasa en Bolivia, es el imperio agresor, es el imperio genocida de los Estados Unidos", afirmó Chávez.

Morales ha acusado a Goldberg de confabularse con sus opositores y el domingo dijo que estaba alentando a los grupos violentos del departamento de Santa Cruz, que esta semana saquearon y quemaron oficinas del gobierno.

Goldberg se reunió la semana pasada con el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, líder de la oposición regional, lo cual molestó al gobierno, quien lo convocó para pedirle explicaciones.

La tensión por las protestas regionales se agudizó esta semana.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo en rueda de prensa que "el gobierno ha dispuesto una mayor presencia de unidades militares para preservar la estructura hidrocarburífera", después de que explotara un gasoducto en el sur.

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