El presidente boliviano, Evo Morales, y sus opositores postergaron la firma de un acuerdo básico que permita avanzar en un pacto de reconciliación nacional tras los recientes disturbios políticos, pero convinieron en que seguirán las negociaciones sobre los temas de discrepancia, informó la AP.

"Sigue firme nuestra voluntad de dialogo pese a las dificultades que le hemos hecho notar al presidente (…) no vamos a firmar el documento hasta que haya soluciones", dijo el portavoz de los opositores, el prefecto (gobernador) de Tarija, Mario Cossío. También señaló que la firma puede esperar mientras maduran las negociaciones.

Morales ha insistido en la firma de un acuerdo global sobre las autonomías regionales, que reivindican los prefectos rebeldes, a cambio de un apoyo a la ratificación en referendo del proyecto constitucional que promueve el gobierno.

Sindicatos campesinos leales al mandatario acordaron una tregua en sus protestas a la espera de un acuerdo, pero advirtieron que retomarán las movilizaciones con las que mantuvieron cercada a Santa Cruz, el bastión principal de los opositores.

El vicepresidente Álvaro García manifestó que los prefectos de las regiones opositoras intentan incorporar otros temas a la negociación, lo que en su criterio impide arribar a soluciones.

El comisionado de la OEA que asiste como observador, Dante Caputo, dijo que será necesario que las partes envíen "señales formales" a través de un acuerdo.

Las competencias del gobierno nacional y de las autonomías regionales son el punto central de la negociación. Otra mesa analiza la restitución de un impuesto de la renta petrolera reclamado por las regiones.

El ministro de Desarrollo Rural, Carlos Romero, reconoció que uno de los temas en los que no había acuerdo era si las tierras serán potestad del estado central o de las administraciones regionales.

El gobierno aceptó ajustar el capítulo de las autonomías del proyecto constitucional y revisar otras "contradicciones" del texto, pero rechazó volver a debatir todo el proyecto como proponen los opositores.

"Hay necesidad de analizar la Constitución; qué Constitución es la que vamos a llevar para que el pueblo se pronuncie", dijo Cossío. "El diálogo sigue dando pasos positivos aunque pequeños".

La crisis política derivada de la confrontación entre el gobierno y los prefectos rebeldes estalló en violentas protestas hace dos semanas con el saldo de 15 muertos y cuantiosas pérdidas no cuantificadas en cuatro regiones que encaminan procesos de autonomía.

La lucha se centra ahora en el proyecto constitucional que promueve la reelección presidencial.

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