Un policía murió por el disparo de un manifestante y se registraron saqueos, cortes de luz y barricadas durante incidentes que se prolongaron hasta la madrugada de este miércoles, tras la conmemoración de los 34 años del golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende, informó la AP.

Los incidentes estallaron con violencia al llegar la noche del martes, en una jornada que se inició con actos de recordación a Allende, derrocado el 11 de septiembre de 1973 por un golpe militar encabezado por el general Augusto Pinochet.

Durante el martes sólo se registraron escaramuzas en el centro de Santiago de Chile, mientras cientos de personas concurrían hasta la sede de gobierno y al cercano monumento a Allende para rendirle tributo, pero al final de la jornada, en varios suburbios, grupos levantaron barricadas de fuego, se enfrentaron con la policía y turbas saquearon un colegio, locales comerciales e incluso destruyeron una gasolinera.

Cortes de luz provocados por los manifestantes afectaron a 150.000 personas de diversos sectores, según informó la empresa eléctrica capitalina.

El cabo de carabineros Cristián Vera, de 36 años, recibió un impacto de bala en la cabeza cuando junto a otros efectivos trataba de controlar desmanes en la comuna popular de Pudahuel. Murió la mañana de este miércoles.

En disturbios en sectores de la periferia, otros 42 policías sufrieron también heridas y dos de ellos se encuentran graves, según informó el subsecretario del Interior, Felipe Harboe.

Uno de los policías graves recibió una bala en un hombro, mientras que el otro fue rociado con ácido por un individuo.

El balance de la jornada entregado por Harboe arrojó también 216 detenidos en todo el país, aunque los disturbios estuvieron centrados mayormente en la capital. El funcionario dijo que no disponía de cifras sobre heridos civiles.

"No es posible seguir con este tipo de violencia", señaló el subsecretario del Interior en declaraciones a radio Cooperativa.

"Es un saldo lamentable que no puede enorgullecer a nadie", agregó.

Por su parte, el ministro de Defensa, José Goñi, en declaraciones a la prensa luego de asistir al hospital de carabineros donde murió el policía, dijo que los acontecimientos nocturnos "son claramente repudiables" y que se adoptarán medidas legales contra los autores de los disturbios.

"El gobierno pedirá toda la máxima aplicación de las leyes ante estos vándalos y criminales para asegurar la tranquilidad de cada uno de los chilenos", afirmó Goñi.

Por lo demás, los homenajes a Allende transcurrieron sin mayores incidentes y la policía actuó para dispersar a pequeños grupos en escaramuzas que se registraron durante algunas horas del día.

La presidenta Michelle Bachelet, acompañada por una hija y una nieta de Allende, encabezó una ceremonia oficial de homenaje al mandatario y un oficio religioso ecuménico.

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