El gobierno de China ha desplegado soldados armados con ametralladoras en las calles de Pekín, como parte de estrictas medidas de seguridad antes de las celebraciones por los 60 años de poder comunista en el país, informó la AP. Incluso volar cometas está prohibido en la capital.

Aunque las conmemoraciones del 1 de octubre, incluidos un enorme desfile militar y un discurso del presidente Hu Jintao, están centradas en la capital, las restricciones se extienden a las zonas más remotas.

En internet, los bloqueos de contenido político espinoso y a sitios de contactos sociales como Twitter y Facebook han sido expandidos, y ha habido un incremento en los mensajes electrónicos con programas espías enviados a periodistas extranjeros. Funcionarios de los gobiernos locales en todo el país han recibido instrucciones de que impidan el viaje a Pekín de personas que buscan reparaciones de las autoridades centrales.

La seguridad en la capital es quizá más estricta de lo que fue durante los Juegos Olímpicos del año pasado, con unidades policiales especiales armadas con metralletas mezcladas con la muchedumbre en el centro de la capital, que está adornado con banderas nacionales y carteles multicolores.

A los residentes se les ha prohibido volar cometas como precaución contra peligros aéreos, y aquellos que viven en apartamentos junto a la ruta del desfile recibieron instrucciones de no abrir sus ventanas ni salir a los balcones a mirar. Las ventas de cuchillos han sido restringidas y notificaciones en los vestíbulos de edificios de apartamentos piden a los residentes que reporten cualquier cosa sospechosa.

Las celebraciones del Día Nacional se producen luego de los disturbios más violentos y sostenidos contra el gobierno chino en décadas en las regiones occidentales de Tíbet y Xinjiang. Choques étnicos en la capital de Xinjiang, Urumqi, dejaron casi 200 personas muertas en julio. Esa región de mayoría musulmana sigue tensa, luego de una serie de misteriosos ataques con agujas en lugares públicos.

© cubaencuentro