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Actualizado: 17/05/2024 12:58

programa nuclear iraní

Rusia y China objetan un proyecto de resolución para que Irán abandone su plan nuclear

El documento no menciona la imposición de sanciones, pero amenaza con la adopción de 'otras medidas' si el gobierno iraní no cumple con las exigencias de la AIEA.

Rusia y China expresaron este miércoles sus reservas sobre el proyecto de resolución presentado por el Reino Unido y Francia, con apoyo de Estados Unidos, al Consejo de Seguridad de la ONU, para exigir a Irán que cese con carácter obligatorio sus actividades nucleares.

En el borrador de la resolución, se exige que Irán suspenda todas las actividades relacionadas "con el enriquecimiento de uranio, incluidas la investigación y el desarrollo, así como la construcción de un reactor nuclear de agua pesada", informó EFE, que dijo haber tenido acceso al texto.

Estas exigencias están redactada de acuerdo con el Capítulo VII de la Carta de la ONU, lo que significa que la resolución es vinculante bajo el Derecho Internacional.

Aunque el documento no menciona la imposición de sanciones, amenaza con la adopción de "otras medidas" si Teherán no cumplen con las exigencias de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).

También se pide a todos los Estados miembros que "ejerzan vigilancia" para impedir el traspaso de tecnología que pueda contribuir a programas nucleares y de misiles balísticos en Irán.

Tras consultas preliminares a puerta cerrada, el nuevo embajador de Rusia, Vitaly Churkin, manifestó que los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU "seguirían adelante" con los debates sobre el proyecto de resolución, pese a que existen diferencias.

"El Consejo de Seguridad es un órgano colectivo. Queremos que el Consejo avance en la discusión de la resolución, y ver cuál será el producto final", declaró.

Subrayó que su país está a favor de fortalecer el régimen de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), así como de reafirmar el derecho de los Estados partes de este tratado a producir energía nuclear para fines pacíficos.

Preguntado por el hecho de que la resolución esté basada en el Capítulo VII de la Carta de la ONU, Churkin afirmó que su país "aún cree que una solución diplomática y política es posible" y subrayó que "la AIEA aún tiene mucho trabajo por hacer".

El Capítulo VII abre el camino para la imposición de futuras sanciones políticas y económicas, y también la acción militar, si Irán no cumple con la resolución del Consejo.

El diplomático ruso también mostró su oposición a medidas punitivas, como sanciones, el siguiente paso que Estados Unidos quiere proponer en caso de que Irán siga sin cumplir con las exigencias de la AIEA en materia nuclear.

"Somos muy escépticos con las sanciones. Históricamente no han sido muy útiles. Esperamos encontrar una solución política y diplomática", reiteró el diplomático ruso.

El embajador de China, Wang Guangya, expresó también sus objeciones al documento, después de haber anticipado en numerosas ocasiones el rechazo de Pekín a cualquier medida bajo el Capítulo VII.

"No sé si el borrador, de la forma que está redactado ahora, producirá buenos resultados. Es más estricto de lo que esperábamos", anotó.

Sin embargo, los embajadores de Francia y Reino Unido, que fueron los artífices del texto, con la colaboración de Estados Unidos, se mostraron optimistas en la adopción de la resolución.

"Todos los miembros están preocupados por la respuesta negativa de Irán sobre las demandas de la AIEA y el Consejo de Seguridad. Todos entienden que este órgano último debe actuar", indicó el diplomático francés Jean Marc De la Sabliere.

Tras anotar que espera que el documento se adopte lo antes posible, se mostró despreocupado por las posturas contrarias expresadas por Rusia y China.

"Estamos acostumbrados a las negociaciones. Si hemos presentado la resolución es porque es posible adoptarla", acotó De la Sabliere.

El embajador británico, Emyr Jones Parry, destacó que el proceso es "reversible" si Irán cumple con sus obligaciones internacionales y que el proyecto de resolución es consistente con la declaración presidencial que aprobaron el pasado 29 de marzo, que carecía de carácter vinculante.

Estados Unidos, por medio de su embajador en la ONU, John Bolton, apoyó el documento, tras considerar que era "muy apropiado en este momento", porque da a entender que "la pelota está en el campo de Irán".

Confió en que la resolución se pueda adoptar por unanimidad, después de las discusiones que se llevan a cabo, pero indicó que, si no es posible, Washington es contrario a demorar una votación.

"Preferimos hacerlo en el Consejo de Seguridad, pero no descartamos otras opciones fuera de este órgano", declaró.

Los patrocinadores de la resolución esperan tomar una decisión antes del próximo 9 de mayo, cuando se reunirán en Nueva York los ministros de Exteriores de los cinco miembros del Consejo de Seguridad —Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia— y Alemania, en calidad de integrante de la "troika europea", informó EFE.

© cubaencuentro

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