Las negociaciones ruso-estadounidenses sobre reducción de armas nucleares estratégicas se reiniciaron este lunes en la mañana en Ginebra, unos días después de la decisión de Washington de renunciar a su escudo antimisiles en Europa, lo que, según los especialistas, impedía el proceso, reportó la AFP.

"Las negociaciones se reiniciaron poco después de las 11:00 (09:00 GMT) en el recinto de la misión rusa" ante la ONU, indicó a la AFP una fuente diplomática rusa.

"Esta vez, las negociaciones van a durar más tiempo que de costumbre con delegaciones importantes por cada lado", precisó la fuente.

Las seis rondas precedentes, destinadas a prolongar el tratado sobre la reducción de arsenales nucleares rusos y estadounidenses (START-1), que caduca el 5 de diciembre, habían durado como máximo entre tres y cuatro días, recordó.

Rusos y estadounidenses reactivaron las negociaciones sobre START estancadas durante la administración Bush, gracias a la llegada de una nueva administración en Estados Unidos, decidida a mejorar sus relaciones con Moscú.

Las partes se comprometieron a llegar a un nuevo acuerdo antes de fin de año, pero las discusiones resultaron ser más complicadas de lo previsto.

Principal obstáculo a un acuerdo era el proyecto norteamericano de desplegar un sistema de protección antimisiles en Polonia y en República Checa, considerado por Moscú como una amenaza para su seguridad.

Según los expertos, el anuncio de Washington de abandonar el proyecto, que fue saludado por Rusia, podría facilitar el proceso y explicar la razón por la cual los negociadores decidieron darse tiempo durante esta semana para hacer realmente avanzar las cosas.

Este lunes el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, general Nikolay Makarov, dijo que Moscú no aceptará ningún sistema de defensa antimisiles que no sea concebido con su participación, informó la AFP.

"Todo lo que se refiere al sistema de defensa antimisiles suscita en nosotros una actitud negativa. O bien hacemos un escudo antimisiles juntos (con Estados Unidos), o bien..." dijo, subrayando el desacuerdo de Moscú con los antiguos planes de Washington.

El general Makarov habló ante periodistas en Berna, donde el presidente ruso Dimitri Medvedev inició el lunes una visita de dos días.

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