Ir al menú | Ir al contenido



EEUU, Trump, Fraude

Trump enfrenta 34 cargos de gravedad en Nueva York

No resulta extraño en el caso del expresidente de EEUU, que su primera acusación se derive de mentiras sobre una cita con una estrella porno

La fiscalía de Manhattan acusó el martes a Donald J. Trump de encubrir un posible escándalo sexual durante la campaña presidencial de 2016, revelando 34 cargos de gravedad que abren un capítulo peligroso en la larga vida pública del empresario multimillonario que llegó a la presidencia y ahora enfrenta la perspectiva de un vergonzoso proceso penal, informa The New York Times.

Trump fue acusado la semana pasada de orquestar un plan para influir en las elecciones presidenciales de 2016 a través de dinero para silenciar a una estrella porno, convirtiéndose en el primer expresidente estadounidense en enfrentar cargos penales.

El caso, presentado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, acusa al expresidente de 34 cargos de presentación de registros comerciales falsos en primer grado, un delito grave de bajo nivel que conlleva un máximo de cuatro años de prisión por cada cargo, aunque si es declarado culpable un juez podría sentenciarlo a libertad condicional.

El caso contra Trump se deriva de tres acuerdos de dinero mantenidos en secreto. Uno de ellos involucró al National Enquirer, un antiguo aliado de Trump, que pagó $30.000 a un exportero del Trump Tower, quien afirmó saber que Trump tuvo un hijo fuera del matrimonio.

El tabloide hizo otro pago a Karen McDougal, la playmate del año de Playboy en 1998, que quería vender su historia de una aventura con Trump durante la campaña de 2016. Llegó a un acuerdo de $150.000 con el National Enquirer, que compró los derechos de su historia para suprimirla, una práctica conocida como “atrapar y matar”.

El pago final, que es el foco de la acusación, involucró un trato de $130.000 entre el abogado (fixer) de Trump, Michael D. Cohen, y una estrella porno en los últimos días de la campaña. El pago, que Cohen dijo que hizo por orden de Trump, aseguró que la estrella porno Stormy Daniels no hiciera pública su historia de una relación sexual con Trump.

Mientras se desempeñaba como comandante en jefe, Trump reembolsó a Cohen, y ahí es donde comenzó el fraude, dicen los fiscales. En los registros internos, la compañía de Trump clasificó falsamente el reembolso a Cohen como gastos legales, citando un acuerdo de retención. Sin embargo, no hubo tales gastos, dicen los fiscales, y el acuerdo de retención también era ficticio.

El caso podría marcar solo el comienzo del viaje de Trump a través del sistema de justicia penal. El expresidente se enfrenta a otras tres investigaciones penales relacionadas con acusaciones de socavar una elección y mal manejo de registros gubernamentales confidenciales, temas centrales de la democracia y la seguridad estadounidenses.

Pero tal vez no sea sorprendente, dada la era política grosera y circense que marcó el comienzo de la elección de Trump (señalada por la elevación de las celebridades de la peor categoría, las publicaciones soeces en las redes sociales y una relación dudosa con la verdad), que su primera acusación se deriva de mentiras sobre una cita con una estrella porno.

© cubaencuentro

Subir