Una mejor relación de Cuba con Estados Unidos dependerá de los pasos que dé La Habana para respetar las libertades y derechos humanos de su población, afirmó este miércoles el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.

Las declaraciones las hizo el portavoz luego de que el lunes Estados Unidos saludara la liberación del preso político cubano Ariel Sigler Amaya e hiciera votos por que ese gesto se tradujera en más excarcelaciones de disidentes.

"En la medida en que Cuba desee una relación más normal con Estados Unidos, dependerá de los pasos que tome Cuba para abrir su sociedad y respete los derechos humanos y libertades de su gente", dijo Crowley.

"Si Cuba toma esos pasos, nosotros responderemos apropiadamente", dijo el portavoz.

Crowley había señalado el lunes que la liberación de Sigler Aamaya era un "paso positivo" de La Habana, con quien Washington carece de relaciones desde hace casi medio siglo.

No obstante, el funcionario recordó que el gobierno estadounidense considera que los presos políticos cubanos "deben ser liberados inmediatamente y sin condiciones".

"No dudaremos en hacer comentarios sobre la situación de los derechos humanos en Cuba", advirtió Crowley este miércoles.

El régimen castrista considera que los presos son "mercenarios" de Washington que atentaron contra la seguridad del Estado.

Las declaraciones de Crowley coincidieron con el anuncio en La Habana de que el contratista norteamericano Alan Gross, detenido desde diciembre pasado, cometió delitos "graves".

Gross "se encuentra detenido por violar las leyes cubanas y cometido graves delitos en nuestro país al servicio de la política subversiva del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba", dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Estados Unidos ha pedido la liberación inmediata de Gross.

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