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Actualizado: 27/03/2024 22:30

Cuba, Rodiles, Oposición

Rodiles: otro Fariñas

Toda la acción de Rodiles es más bien una proyección mediática de hacer algo para cambiar a Cuba, pero sin saber ya no sólo cómo, sino tampoco qué, afirma el autor

Al igual que Guillermo Fariñas, Antonio Rodiles sucumbió a la tentación del cuéntame tu vida sin advertir que ser líder opositor sólo exige contar… ¡con un buen número de partidarios! Y tal como sucedió con Fariñas, el cuento biográfico de Rodiles se reviró contra él al entrar en escena Miguel Díaz-Canel [1].

En un video que rueda por ahí, Díaz-Canel sacó el sable de que Rodiles “se autotitula que es un físico-matemático cubano [y] hemos buscado todas las graduaciones posibles y no aparece su titulación en ningún lugar”. Rodiles replicó que Díaz-Canel repicaba la misma cantaleta de la Seguridad del Estado acerca de que “yo no soy físico, no soy matemático”, pero Díaz-Canel y el G-2 se refieren nada más que a este breve párrafo del perfil de Rodiles que MartíNoticias divulgó el 16 de noviembre de 2012: “En 1994 regresó a Cuba, y en 1998 se graduó de Licenciatura en Física en La Universidad de La Habana”.

En vez de aplastar a Díaz-Canel mostrando este título, Rodiles repitió como comedia la tragedia de la maleta de Eddy Chibás. Alardeó con que iba a “mostrarles a ellos de una vez mis diplomas” y sacó uno de Maestro en Ciencias (2003) por la Universidad Autónoma de México (UNAM) y otro de Master of Science (2007) por la Universidad Estatal de la Florida (FSU). Ninguno tiene que ver con el entuerto, que se reduce a precisar si aquel parrafito expresa un hecho biográfico o mete un forro mediático.

Rodiles mostró también una constancia de la UNAM, fechada al día siguiente de pasar el examen de maestría, de haber recibido “la denominación de candidato al grado de doctor en ciencias”. Y esto viene al cuento porque el perfil antemencionado contiene otro párrafo de Ampanga: “Tras obtener su título universitario en Cuba (sic), Rodiles regresó a México, donde recibió en 2002 el título (sic) de Candidato a Doctor en Ciencias Físicas en el Instituto de Ciencias Nucleares [de la] UNAM”. Aquella denominación no es ningún título, sino mera indicación de que Rodiles inició entonces la transición pacífica al doctorado y lleva ya casi tres planes quinquenales sin terminarlo por amor a la patria.

Rodiles enfatizó que los alabarderos del tardocastrismo como Díaz-Canel “jamás estarían preparados para una discusión abierta y clara”. Agregó que a tal efecto carecen de muchas cosas, pero sobre todo de libertad. Visto que su propio perfil en MartíNoticias se retuerce tan facilito contra él mismo, el saldo obligado de la discusión hasta ahora es que los paladines del anticastrismo tardío como Rodiles, a pesar de la libertad que ostentan como ventaja cardinal sobre Díaz-Canel y sus conmilitones, tampoco están preparados para semejante discusión, a no ser que abierta y claramente Rodiles:

  • Desmienta al decano de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana, Dr. Arbelio Pentón, quien en otro videíto por ahí alega —con las actas de exámenes en la mano— que Rodiles no pasó del cuarto año por suspender ciertas “físicas fuertes” [2]
  • O presente a RTV Martí una Demanda Ciudadana por Otro Perfil libre de forros

Diversionismo ideológico

Rodiles coló en su réplica la diversión de que ni Raúl ni Mariela Castro tenían títulos universitarios, a pesar de que la clave argumentativa estriba en demostrar que uno u otra hubieran aseverado en alguno de sus perfiles que sí lo tenían. Al cabo este nuevo episodio por YouTube de Casos y Cosas de Casa Cuba gira en torno a títulos irrelevantes, ya que la titularidad crucial de Rodiles radica hoy en ser actor político, como él mismo se atribuye, aunque congrega en la Isla de Cuba pintoresca más o menos tantas personas como aquellas que asistían a sus clases de artes marciales chinas en algún parque de México y dieron pie a ser llamado “Tony Taichí” entre cubiches chilangos.

Según el perfil martiano-noticioso, tras amaestrarse en FSU Rodiles regresó a Cuba para las navidades de 2007. Aquí y entonces “se dio cuenta de que algo se podía hacer para cambiar el país”. Ha pasado una década y ese algo permanece indescifrable. Hacia julio de 2010 tuvo la ocurrencia de fundar “un espacio plural de participación y debate” que bautizó como Estado de Sats por analogía con el momento en que el actor concentra toda la energía para desencadenarla enseguida en el escenario. En tal estado teatral lleva Rodiles más de siete años y eso me hace pensar que Felipe Rivero no ha muerto al final con su tacha de falso líder a Luis Conte Agüero: “He has had seven years of conferences” [3].

En agosto de 2010 Rodiles viajó de nuevo a USA y recurvó hacia enero de 2011 para reciclar Estado de Sats con sesiones grabadas en video, que tomarían vuelo como “programa semanal de televisión concebido, filmado, producido y distribuido en Cuba”. A partir de marzo de 2012, TV Martí se encargó de sacarlo en segmentos de casi una hora —no se sabe bien para qué público— y llegaría a nominarlo para el Premio Emmy de la Florida en la categoría Preocupaciones Sociales.

El 20 de junio de 2012 Rodiles entró en la línea estratégica políticamente racional de exigir al Gobierno de Cuba que ratificara e implementara los pactos internacionales de derechos humanos. Sólo que presentó esta exigencia —Demanda Ciudadana por Otra Cuba— donde no tenía ni tiene cabida: la Oficina de Atención a la Población de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Para mayo de 2014 rectificaba el tiro contra el MINREX con la queja por la demora de Cuba en ratificar los pactos —firmados desde 2008— y la petición de información sobre cómo van a implementarlos, pero sin llevar este empeño a rajatabla Rodiles terminó agarrándose a la tabla Plattera del embargo más duro.

En enero de 2015 armó el Foro por los Derechos y Libertades para enrumbar por otra línea estratégica igual de racional políticamente: la revuelta popular, sólo que convocada con eslogan tan irracional como “Si todos marchamos, el miedo y la dictadura se acaban”, así como centrada en el clamor de liberar a unos presos políticos sacados al bulto y desconocidos para casi todos los cubanos.

La energía concentrada del actor político se desencadenó en peroratas en el Parque Gandhi (Miramar) antes de salir en marchas domingueras que incluyeron hasta el performance — no se sabe bien para qué público— de usar mascaritas de Obama. Fueron decayendo por falta crónica de masividad al punto de que ya no hay marchas. Hay muchísimos más policías disponibles que wannabe marchantes y aquellos sólo tienen que ir tempranito cada domingo a casa de estos para forzar el chirrín chirrán.

Toda la acción de Rodiles no es un grito de guerra contra el tardocastrismo, aunque desde julio de 2012 viene enfrentado con valentía y arrojo la cruda represión, que iría ya por tres o cinco detenciones arbitrarias, una o tres multas de 40 pesos, la retención del pasaporte para impedir su asistencia al sainete de la sociedad civil en Panamá [4], registros ilegales —no se sabe bien si del domicilio de Rodiles o de la sede de Estado de Sats [5]— más unos pinchazos y muchos golpes que, lamentablemente, no conmueven a eso que llaman pueblo cubano. La imagen post-operatoria del trompón en la nariz no trajo al recuerdo ni a Mella ni a Fructuoso, sino a la película de cinemateca The Invisible Man (1933).

Toda la acción de Rodiles es más bien una proyección mediática de hacer algo para cambiar a Cuba, pero sin saber ya no sólo cómo, sino tampoco qué. Sólo resta arañar el mercado propicio en USA y así Rodiles abraza hasta el credo del guacamayo con que Trump apretó las clavijas al régimen, a pesar de que una discusión abierta y clara demuestra que aflojó más que Obama.

Coda

Para pillos y habilidosos ya tuvimos bastante con ese fenómeno de la cubichería inscrito como Fidel Hipólito (1935) o Fidel Casiano Ruz González (1938) y Fidel Alejandro Castro Ruz (1943), quien demoró menos de siete años en tumbar a Batista. No tenemos por qué tragarnos ni a su hermano menor ni al sucesor Díaz-Canel, pero tampoco al psicólogo Fariñas ni al maestro físico-matemático Antonio Enrique González-Rodiles Fernández, quienes andan como la ola marina: mira la(s) vuelta(s) que da(n).

Notas

[1] En su primera visita a Miami, Fariñas tupió al descaro con que Díaz-Canel había sido “compañero de clase en la escuela militar” (The Miami Herald, 28 de mayo de 2013).

[2] Para evitar suspicacias cabe aclarar que Rodiles pudo haber optado por la titulación de Licenciatura en Física en la propia UNAM mediante estudios de posgrados y aprobando el examen de admisión.

[3] “Cuban Exile Rivero Raps False Leaders”, The Miami Herald, 29 de septiembre de 1966.

[4] La injusticia con su pasaporte provocó que Rodiles largara cartica abierta al temeroso Raúl Castro el 18 de mayo de 2015. El 14 de enero había telefoneado al programa radial de Ninoska Pérez-Castellón para pedir a la audiencia de Miami que presionara al gobierno castrista a renovar el pasaporte.

[5] Una propuesta que circula por ahí —a lo mejor es un kimbolo del G-2— indica que la subvención de la NED a Estado de Sats incluye $100 mensuales por alquiler de la sede. La justificación de la propuesta refiere que “Estado de Sats permanece físicamente limitado en los hogares de los fundadores”.

© cubaencuentro

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