Actualizado: 17/05/2024 12:58
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Internacional

Líbano

Frágil tregua tras enfrentamientos entre el Ejército y un grupo islamista radical

Enviar Imprimir

Una frágil tregua interrumpió este martes combates alrededor del campamento de refugiados palestinos de Nahr al Bared, en el norte de Líbano, entre el Ejército y el grupo de islamistas radicales Fatah al Islam, informó la AFP.

El grupo anunció un "cese del fuego" unilateral, recibido con desconfianza por el Ejército, y desmintió haber reivindicado dos atentados perpetrados en Beirut el domingo y el lunes.

Los combates han dejado ya 65 muertos, entre ellos más de 25 civiles, en Nahr al Bared y en la ciudad de Trípoli, y son los peores desde la guerra civil en el Líbano entre 1975 y 1990.

Fatah al Islam dijo que estaba "dispuesto a respetar el cese del fuego", a condición de que cesaran los bombardeos militares.

Sin embargo, el Ejército libanés advirtió que "continuará respondiendo a los disparos de los elementos armados que están desplegados dentro del campamento" de refugiados.

"Nosotros no estamos dispuestos a anunciar acuerdos, ya que desde el comienzo el Ejército respeta el cese del fuego y nuestros soldados no hacen más que responder a los disparos dirigidos en su contra", declaró un portavoz.

Este mismo martes, antes de la tregua, el gobierno libanés había ordenado al Ejército eliminar a Fatah al Islam, según la AP.

Un convoy de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), integrado por cuatro vehículos cargados de víveres y ayuda, aprovechó la tregua para entrar en el campo de refugiados.

Desde el lunes, médicos y dirigentes palestinos advertían la gravedad de la situación humanitaria en Nahr al Bared, uno de los campamentos palestinos más poblados de los 12 que existen en el Líbano, con unos 40.000 refugiados.

Residentes del campo pidieron que los enfrentamientos se detuvieran y advirtieron que había personas muertas y heridas en las calles.

De acuerdo con la AFP, se iniciaron contactos indirectos entre el gobierno y los islamistas para tratar de lograr una tregua.

Otros contactos tuvieron lugar con los representantes palestinos oficiales en Líbano, que condenaron la presencia de islamistas en Nahr al Bared.

Este martes, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, se entrevistó con el representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Líbano, Abas Zaki.

El Fatah al Islam, integrado por palestinos, libaneses, sirios y otros ciudadanos árabes, se había instalado en Nahr al Bared, un campamento cercano a la frontera siria, a fines de 2006.

El Ejército libanés lleva tres días intentado vencer la resistencia del grupo, acusado de ser utilizado por los servicios de inteligencia sirios para tratar de desestabilizar a Líbano, y de estar vinculado a la red Al Qaeda.

Fatah al Islam niega pertenecer a Al Qaeda, pero admite que su ideología y objetivos son los mismos. El grupo sólo tiene unos pocos cientos de combatientes —aunque bien armados— y escaso apoyo político en el Líbano, según Reuters.

Esta ola de violencia, y los dos atentados perpetrados en Beirut, aumentaron el temor sobre la estabilidad de el Líbano. Los ministros libaneses señalan que Fatah al-Salam es una herramienta utilizada por Siria para provocar inestabilidad, en un intento por desbaratar las iniciativas de la ONU para establecer una corte internacional y juzgar a los sospechosos del asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri.

El ex jefe de gobierno libanés fue asesinado en Beirut en 2005 en un atentado en el cual se sospecha la participación de Siria.

El campamento de Nahr al Bared es un dédalo de callejuelas miserables y de edificios preconstruidos en una anarquía total, limitado al oeste por el mar y al este por la ruta que lleva a la frontera siria, y ubicado unos 10km al norte de Trípoli.

Los combates callejeros se concentraban en las entradas sur y este del campamento, cuyos edificios fueron destrozados por obuses o calcinados por incendios.

Eliminar a Fatah al-Islam es un objetivo que la mayoría de los partidos libaneses apoyaría; sin embargo, cualquier intento militar para asaltar el campo de Nahr al-Bared arrojaría un alto número de víctimas civiles.

Además, violaría un antiguo acuerdo árabe que mantiene a los 12 campos de refugiados en el Líbano fuera alcance de las fuerzas libanesas desde 1969.