La Historia: pendiente de absolución |
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Repaso a un alegato que se vuelve contra su autor |
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por LUIS MANUEL GARCíA |
Parte 2 / 2 |
FC hablaba en su alegato en nombre de los cubanos humildes, a quienes describía pormenorizadamente. Empezando por los soldados, a quienes se prohibía "conversar con cualquier ciudadano de la oposición, es decir, el 99% del pueblo...? ¡Qué desconfianza...! ¡Ni a las vírgenes vestales de Roma se les impuso semejante regla!". Las casitas que les habían prometido no pasaban de 300 en toda la Isla, cuando "con lo gastado en tanques, cañones y armas había para fabricarle una casa a cada alistado". Recuerda "a los seiscientos mil cubanos que están sin trabajo deseando ganarse el pan honradamente sin tener que emigrar de su patria en busca de sustento" (y ya los emigrantes van por dos millones). "A los cuatrocientos mil obreros industriales y braceros cuyos retiros, todos, están desfalcados, cuyas conquistas les están arrebatando, cuyas viviendas son las infernales habitaciones de las cuarterías, cuyos salarios pasan de las manos del patrón a las del garrotero" (valga hoy la redundancia). Recuerda a los agricultores que trabajan una tierra que no es suya y "que no pueden amarla, ni mejorarla, ni embellecerla, plantar un cedro o un naranjo". Habla en nombre de "los treinta mil maestros y profesores tan abnegados, sacrificados y necesarios al destino mejor de las futuras generaciones y que tan mal se les trata y se les paga; a los veinte mil pequeños comerciantes abrumados de deudas, arruinados por las crisis y rematados por una plaga de funcionarios filibusteros y venales, a los diez mil profesionales jóvenes (...) que salen de las aulas con sus títulos, deseosos de lucha y llenos de esperanza, para encontrarse en un callejón sin salida, cerradas todas las puertas, sordas al clamor y a la súplica". Yo no describiría mejor el Período Especial. Y a los maestros les promete entre 200 y 350 pesos (dólares al cambio de entonces) mensuales, es decir, que hoy deberían ganar entre 4,400 y 7,700 pesos, para que no vivan "asediados por toda clase de mezquinas privaciones". Más el uso gratuito del transporte a los maestros rurales, años sabáticos, etc. "¿De dónde sacar el dinero necesario?", se preguntaba FC en su alegato. Y respondía: "Cuando no lo roben, cuando no haya funcionarios venales que se dejen sobornar por las grandes empresas con detrimento del fisco, cuando los inmensos recursos de la nación estén movilizados y se dejen de comprar tanques, bombarderos y cañones en este país sin fronteras, sólo para guerrear contra el pueblo, y se le quiera educar en vez de matar, entonces habrá dinero de sobra". Lo dijo él, que conste.
Pero FC es aún más contundente al avizorar el futuro describiendo el presente, cuando nos habla de que "cuatrocientas mil familias del campo y de la ciudad viven hacinadas en barracones, cuarterías y solares sin las más elementales condiciones de higiene y salud"; o de que "Cuba podría albergar espléndidamente una población tres veces mayor, no hay razón pues para que exista miseria entre sus actuales habitantes. Los mercados debieran estar abarrotados de productos; las despensas de las casas debieran estar llenas; todos los brazos podrían estar produciendo laboriosamente. No, eso no es inconcebible. Lo inconcebible es que haya hombres que se acuesten con hambre mientras quede una pulgada de tierra sin sembrar". Para concluir que los niños "habrán oído diez millones de discursos, y morirán al fin de miseria y decepción". Lamentablemente, citando al mismo, para los cubanos se mantiene invariable que sus "caminos de angustia están empedrados de engaños y falsas promesas".
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