Sin libertad y sin luz

Con la cruz a cuestas

A pesar de que el cierre de Vitral era una decisión firme, meditada y adoptada hace varios meses, una serie de acontecimientos acompañaron el anuncio en los últimos días.

Por Cuaresma, el Centro de Formación Cívica y Religiosa circuló en varias regiones del país el denominado "Vía Crucis de Cuba" con instrucciones para ser representado el Viernes Santo.

"Entonces, el obispado de Pinar del Río envió una nota por la red informática interna de la Iglesia desautorizándolo", aseguró un laico que tuvo acceso a la comunicación.

Pero, ¿qué contenía el documento vetado? Encuentro en la Red obtuvo una copia del "Vía Crucis de Cuba", en el que se leen, entre otras, las siguientes ideas (ver un amplio resumen):

-Cuba tiene que pasar "de masa a pueblo".

-"Cristo no se echa para atrás, no descarga en otros el peso de una cruz injustamente cargada sobre el inocente (…) He aquí la esencia del cristianismo y del seguimiento de Cristo: vivir para los demás".

-"Oremos por todas las madres cubanas. Especialmente por las madres, hijas, hermanas y esposas de los presos de conciencia llamadas en Cuba Damas de Blanco".

-"En estos días en Cuba, como en los días de la pasión del Señor, hay hombres y mujeres que sucumben bajo el peso de las terribles presiones psicológicas y físicas".

-"Hay hombres y mujeres de hoy que son crucificados por sus familias, en sus trabajos, en sus barrios, en las calles y en los medios de comunicación de su país. 'Padre, perdónales porque no saben lo que hacen'".

-"Cuba vive entre el sepulcro y la vida. Entre la cruz y la resurrección que no ha llegado. Las puertas de la represión y de la muerte que hoy se cierran sobre nuestra Patria, se abrirán al amanecer y saldrán por ella la vida nueva, la vida resucitada y redimida de nuestro sufrido pueblo".

Las reacciones

La teoría del cierre por motivos políticos no parece ser unánime. El primero en criticar a los que aducen esta posición es el obispo emérito de Pinar del Río, José Siro González Bacallao, fundador de la revista.

"El mundo ha entendido mal. No hay tal cierre, pero sí muchas dificultades con los insumos, el papel, la tinta y muchas cosas", alega Siro a Encuentro en la Red desde su retiro en el occidental pueblo de Mantua.

No obstante, estima: "El nuevo obispo no siente la causa como yo, que hacía todo lo posible y lo imposible [para publicar la revista]. Él no, es nuevo; no lo estima así. Él me ha dicho que cuando haya papel… Eso es lo que él me ha dicho. Yo lo he entendido así. Otra cosa sería tergiversar las cuestiones. Hay mucha gente a quien le gusta tergiversar las cosas de la Iglesia de Cuba. No hay otra cosa".

El presidente del PDC, Marcelino Miyares, también dice que no existen evidencias sobre factores diferentes a los anunciados por el Consejo de Redacción de Vitral.

"El cierre responde a factores económicos, conforme a la declaración oficial, y aunque se rumora que responde a presiones de 'alta política', lo cierto es que no hay evidencia de esto", agrega el líder democristiano, y reconoce que ha sido un "golpe duro en este largo proceso de contradicciones".

Miyares, que habla a título personal porque su partido se manifestará más adelante "institucionalmente", confía que de esta contradicción se produzca una "síntesis/resurrección creativa, humanista y cristiana".

"Tengo plena confianza en que los líderes de Vitral ya están trabajando en la búsqueda de esta síntesis/resurrección. Queremos hacerles llegar el mensaje de que no están solos, que el pueblo de Dios, dentro y fuera de la Isla, está con ellos, ahora y siempre", manifestó.

Dentro de la Isla el horizonte es más inmediato y la sensación de abandono, o el desespero, vence a la "alta diplomacia" en la espesa carrera de 100 metros con vallas. Lectores forzosos de Granma y Bohemia, periodistas sin prensa nacional que les cobije, e intelectuales renuentes a escribir en una misma frase los términos patria y Fidel, se han quedado solos, sin nadie que les acomode su cruz.

En breves palabras lo ha resumido la periodista independiente Miriam Leiva, desde La Habana: "No ha sido sólo una revista católica, sino una revista de todos los cubanos. El gobierno desde hace 13 años ha intentado cerrarla y denostarla, por ser un espacio de reflexión libre en este encierro totalitario (…) ¡Que Dios perdone a quienes contribuyeron a su clausura!".

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