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La opinión de…

«Se impone levantar el embargo a la creatividad de los cubanos»

Eloy Gutiérrez Menoyo, Ana Julia Faya y Beatriz Bernal. Analistas opinan sobre la situación actual en Cuba.

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Eloy Gutiérrez Menoyo
Presidente del grupo opositor Cambio Cubano.

Creo que Raúl sería propicio a realizar cualquier tipo de cambio, siempre y cuando no estuviera bajo la tutela del hermano. Mientras esté bajo esta tutela, simplemente se hará lo que él diga.

Estoy convencido de que si hoy se pudiera hacer una encuesta verdadera, el 90% de los cubanos está a favor de los cambios y las reformas, tanto en las más altas esferas del gobierno como en la población más humilde. Pero este deseo se ve frenado por la intolerancia que el propio Fidel ha creado.

La primeras medidas a adoptar serían en el orden económico y político. No pasos desestabilizadores, pero es que ahora no dar esos pasos de apertura es lo más desestabilizador, debido al ansia de cambio de la gente. Se impone levantar el embargo a la creatividad de los cubanos.

No se puede seguir considerando que hacer negocios es delito. No hay que perseguir a un carpintero porque compra madera o barniz ilegalmente; lo que hay que hacer es vendérselo y permitir que trabaje. Es preferible que los cubanos puedan desarrollarse a traer los muebles de China. Luego, que paguen impuestos o lo que haga falta. Ya que se habla tanto de José Martí, Martí dijo que un país de pequeños propietarios es un país rico.

En Cuba la mayoría de la gente es nacionalista y pide cambios que no tengan nada que ver con el gobierno norteamericano. La mejor forma de contribuir a la democratización de Cuba es que la disidencia dé una imagen de una independencia total, una imagen de una oposición civilizada.

[Hay que] seguir insistiendo en que se le conceda un espacio legal a una oposición independiente. El país y la democracia se hacen y se construyen desde la diversidad, no desde el totalitarismo.

Ana Julia Faya
Analista de la Fundación Canadiense para las Américas (FOCAL).

Este es el momento para que Estados Unidos le dé un vuelco a su política hacia Cuba. Es el momento para que resulte efectivo su más reciente "Compromiso con el Pueblo Cubano" de llevar a la Isla por caminos democráticos. Es la oportunidad para que sin esperar al fallecimiento de Fidel Castro el régimen imperante comience a ver partes importantes de sus cimientos tambalearse.

El informe al presidente de la Comisión para la Ayuda a una Cuba Libre se da de bruces con las recientes declaraciones del presidente George W. Bush y de la secretaria de Estado Condoleezza Rice, en las cuales se trata de evitar una desestabilización en la Isla que provoque un éxodo masivo y le presente a EE UU una amenaza a su seguridad nacional. Han dado seguridades de que no van a invadir, algo que desde hace tiempo muchos sabemos o sospechamos, pero que ignoran amplios sectores de la población cubana, sometida al aparato propagandístico del régimen.

Para el régimen cubano bajo Fidel Castro o bajo Raúl Castro —sea este último provisional o en plena sucesión—, la figura política del enemigo, el "bloqueo" y la invasión han sido, son, armas poderosas para la preservación de su política doméstica. La noción de plaza sitiada ha sido manipulada para justificar la falta de libertad de prensa, de asociación, de movimiento, la represión contra disidentes, opositores, intelectuales, o de cualquiera que se ha atrevido a desviarse de la línea oficial. Ha servido también para justificar sus desacertadas políticas económicas y de política exterior.

Un cambio de política hacia Cuba que Estados Unidos iniciara, gradual, efectivo, le daría argumentos a los sectores en la Isla, dentro del régimen pero opuestos al actual statu quo, para sacar sus ideas y propuestas de cambios. Daría pie al surgimiento de políticas de reformas que abrirían las puertas a un proceso —pienso que irreversible— hacia la democracia.

Un cambio de política, apoyado por un grupo de países dispuestos a conformar un equipo negociador —Costa Rica, Canadá, España— con el amparo de la Organización de Estados Americanos, sería un golpe contundente al régimen actual en Cuba.

Beatriz Bernal
Miembro de la Unión Liberal Cubana y vicepresidenta de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana.

Mi percepción es que la enfermedad de Castro puede ser el principio del fin, pero no el fin en sí mismo. A pesar de la edad, Castro puede recuperarse y volver por sus fueros durante un tiempo más. Pasó con Franco, quien delegó la jefatura de Estado en el Príncipe Juan Carlos [actual Rey de España] y después volvió.

En cuanto a las oportunidades que podrían abrirse en las actuales circunstancias, creo que habrá que esperar. Parece ser que, por ahora, está bien atada la sucesión, que no transición. Esta última creo que se producirá, sí, pero a largo plazo.