Actualizado: 17/04/2024 23:20
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Castro-salud, transición, relaciones Cuba-EE UU

Analistas creen que Washington debe hacer un gesto tras la oferta de Raúl Castro

Para algunos expertos se ha iniciado claramente la fase post-Fidel Castro.

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Estados Unidos debería hacer un gesto para responder a la oferta de diálogo lanzada el sábado por el gobernante interino cubano Raúl Castro, afirmaron analistas que consideraron que el estado de salud no permitirá a Fidel Castro regresar al poder, informó la AFP.

"Lo que Raúl deja entender a Washington en su mensaje es que una Cuba sin Fidel es tierra incógnita para todos y sería mejor que las relaciones fueran normales" entre ambos países, opinó Marifeli Pérez-Stable, vicepresidenta del centro de estudios Diálogo Interamericano.

Cuatro meses después de que delegara provisionalmente el poder en su hermano Raúl, la ausencia de Fidel Castro en el desfile militar realizado el sábado dejó claro para muchos observadores que "está mal de salud" y que "todo está en manos de su hermano", añadió Ana Faya, de la Fundación Canadiense para América Latina (FOCAL).

Durante el desfile, realizado en el aniversario 50 del desembarco del Granma, Raúl Castro, de 75 años, dijo estar dispuesto a resolver "en la mesa de negociaciones" el diferendo de casi medio siglo entre La Habana y Washington.

En la primera reacción estadounidense, el Departamento de Estado, a través de la portavoz Janelle Hironimus, respondió que "el diálogo que debe tener lugar es entre el régimen cubano y el pueblo cubano sobre el futuro democrático en la Isla".

"Toda profundización de nuestra relación con Cuba depende de este diálogo y de la voluntad del régimen cubano de tomar medidas concretas para una apertura política y una transición a la democracia", añadió la funcionaria.

Pérez-Stable restó importancia al discurso oficial y se declaró convencida de que Washington "va a tomar en serio la propuesta".

No todos los expertos comparten ese punto de vista. Julia Zweig, que acaba de publicar una artículo crítico sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba en la revista Foreign Affairs, afirmó que Fidel Castro "mantuvo la misma posición durante años" sin que Washington moviera ficha.

Para Pérez-Stable, no obstante, "el contexto ha cambiado: Fidel Castro es casi cadáver (…) los republicanos perdieron la mayoría en el Congreso norteamericano el 7 de noviembre" y la campaña electoral para las presidenciales de 2008 está a punto de abrirse.

Janette Habel, profesora del Instituto francés de Altos Estudios de América Latina, destacó asimismo el contexto latinoamericano, donde el presidente venezolano Hugo Chávez, aliado de La Habana, acaba de lograr la reelección, el sandinista Daniel Ortega ganó en Nicaragua y el izquierdista Álvaro Correa en Ecuador.

El mensaje de Raúl Castro "es un desafío" lanzado a Estados Unidos que significa "Nosotros estamos listos para negociar. ¿Cuál es vuestra respuesta?", explicó la analista francesa, y consideró necesario para Washington "hacer un gesto diplomático hacia América Latina".

Faya, por su parte, se declaró convencida de que "se están produciendo cambios reales" en la propia Cuba desde que Fidel Castro dejó el poder tras sufrir una grave operación intestinal a fines de julio.

"Se están perfilando para el año 2007 medidas económicas que desde hace tanto tiempo están paralizadas", coincidió Pérez-Stable, sugiriendo que el gobierno dirigido por Raúl Castro podría "legalizar la pequeña empresa nacional en 2007".

Para aplicar esa medida "revolucionaria" en Cuba, el gobernante interino "necesita aplacar a los elementos más duros del régimen cubano que todavía se opongan a la apertura al mercado, incluso después de Fidel", advirtió.

En estas condiciones, "vendría bien algún tipo de gesto de Estados Unidos, aunque sea a puertas cerradas o por canales discretos", afirmó Pérez-Stable.

Sin embargo, nada en los discursos oficiales sugiere por ahora que Raúl Castro vaya a promover medidas económicas en la Isla, donde el Estado controla más del 90 por ciento de la economía.

Otros expertos, consultados por la agencia Reuters, consideraron que la ausencia de Castro en el desfile del sábado demuestra que ha terminado su larga etapa a la cabeza del régimen.

Castro no ha sido visto en público desde el pasado 26 de julio. El desfile era considerado por muchos una prueba para su futuro político.

"El 2 de diciembre marca claramente el final de la era de Fidel", dijo Frank Mora, del National War College de Washington.

"Ahora hemos entrado, sin ambigüedades, en una nueva fase post-Castro de la revolución", añadió el analista.

Oficialmente, Fidel Castro continúa siendo el jefe de Estado. Raúl fue presentado el sábado durante el desfile como vicepresidente del Consejo de Estado y segundo secretario del Partido Comunista.

"Es muy difícil imaginar que regresará al poder y mucho más posible que, aunque la sucesión constitucional no haya ocurrido, la era pos Fidel Castro comenzó", opinó Phil Peters, un experto en Cuba del Lexington Institute en Washington.

Raúl Castro es usualmente descrito como un hombre menos carismático pero más pragmático que su hermano. Los expertos creen que está gobernando de una forma más colectiva.

"En este momento, si (Fidel) aparece o no es irrelevante. La transferencia del poder parecería continuar. La transición es un hecho", sostuvo Sweig, investigadora del Council on Foreign Relations en Washington.

Para Dan Erikson, de Diálogo Interamericano, la oferta de Raúl Castro es una de las señales más claras de que algo está cambiando en el gobierno cubano.

"Es su declaración más directa a Washington desde que tomó el poder y se aparta de la larga preferencia de Fidel Castro por el conflicto y la confrontación", dijo.

"Lamentablemente, Washington está demasiado distraído por (la guerra en) Irak y (…) las presiones políticas domésticas de los exiliados cubanos de Florida como para responder con creatividad o flexibilidad", añadió.